Solos o acompañados: cordobeses al volante hasta la frontera con Ucrania

José Martínez, vecino de Espiel, y la empresa Pérez Cubero, ejemplos de solidaridad con los civiles ucranianos que huyen de la guerra

Laura García

Córdoba - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

No nos olvidamos de la tragedia humana que está suponiendo la guerra en Ucrania. Cada día conocemos nuevas historias de solidaridad, como la de José Luis Martinez, un vecino de Espiel que ha emprendido su viaje personal con una furgoneta cedida por el Ayuntamiento para llevar material sanitario. Martínez, fotográfo de eventos, llevaba dos año sufriendo las consecuencias de la pandemia, y ahora "que es temporada baja, no tenía gran cosa que hacer", afirma. Por ello, decidió ponerse manos a la obra y ayudar a hacer más llevadera la catástrofe humanitaria que está suponiendo la invasión rusa de Ucrania, con millones de personas huyendo del país. "Quise hacerlo por mi cuenta pero reparé en que los costes eran desorbitados, y más ahora con la subida del precio del combustible. El viaje me supondría unos 800 euros que yo no puedo costear", asegura. Por ello, pidió ayuda al Ayuntamiento de Espiel, que inmediatamente se la brindó, sufragándole el viaje y dejándole una furgoneta para que emprendiera su viaje.

Tras dos días al volante en los que apenas durmió "por la tensión", José Martinez llegó a destino, a la frontera con Ucrania, y dejó el material que llevaba a los bomberos parisinos, que se adentrarían después en el país hasta llegar a la capital, a Kiev. "Allí en la frontera hay cantidades ingentes de material. Montañas de ropa que no podrán ser utilizada", asegura. Después, volvió hacia Varsovia (Polonia) donde ha recogido hoy a una familia formada por una madre con sus dos hijas y su nieto, un niño pequeño de 5 años, todos ellos provenientes de la zona de Jarkov, una ciudad hoy arrasada por las bombas. "Lo han abandonado todo allí, vienen con dos maletas y poca cosa más", cuenta Martínez, quien ha tenido que parar varias veces en el camino porque el pequeño se mareaba en la carretera. "No sé lo que tardaré ahora en volver, es un niño precioso, muy pequeño, y todo dependerá de lo que aguante él los trayectos largos", asegura.

Esta familia tuvo que pasar un día entero en tren hasta llegar a Polonia. Después, hay quienes deciden quedarse cerca de Ucrania para poder volver, y quienes prefieren irse todo lo lejos que pueden porque tienen miedo, como es el caso de esta familia. Hasta que fueron recogidas por José Martínez, pasaron cuatro días en una especie de centro comercial "diáfano y lleno de gente", explica Martínez.

Autocares Pérez Cubero, un ejemplo más de solidaridad

También desde Autocares Pérez Cubero se han puesto manos a la obra. El primer autobús salió el viernes y ya se encuentra en la frontera con Ucrania, hasta donde han llevado material de asistencia. También utilizarán las 55 plazas disponibles para traer a refugiados a Córdoba y Málaga, una vez que las organizaciones internacionales que se encuentran en la frontera hayan gestionado estos grupos de personas. Su gerente, Nicolás Pérez, ha aprovechado para hacer un llamamiento a todos aquellos cordobeses que quieran sumarse a la ayuda, asegurando que pueden llamar Pérez Cubero para solicitar información y para que esta empresa, a su vez, se encargue de gestionar el proceso de acogida o ayuda a través de los canales oficiales, "que es como nos garantizamos hacer las cosas bien", ha sentenciado Pérez.