¿Cómo evitar que tu perro ladre por todo?

Los perros tienen muchas maneras de comunicarse. Entre ellas están las posturales, olfativas y auditivas. Dentro de esta última está el ladrido y de hecho es la máxima representación de las mismas.

Los perros ladran y todos lo hacen dentro de una gran variedad de contextos como pueden ser el miedo, la territorialiadad, el juego, el saludo o solo por llamar la atención. Para la etóloga clínica, María Canals, de la clínica veterinaria Gran Vía en Córdoba, "el tono del ladrido, junto con las posturas corporales que adopte el animal, nos puede indicar el significado del mismo"

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Cómo evitar los ladridos excesivos de tu perro

María Canals, etóloga clínica

La experta aclara que "la tendencia de ladrar tiene un fuerte componente genético, ya que hay razas más ladradoras que otras, pero en todos los casos podemos educar a nuestro".

CAUSAS

Hay muchas causas que puede provocar que un perro ladre de una u otra manera, que ladre lo justo y necesario o que ladre a todo lo que se mueva o escuche. Entre las causas se encuentran:

CÓMO EVITAR EL EXCESO DE LADRIDOS

Como hemos dicho todos los perros ladran, pero el problema es cuando lo hacen en exceso. Unos ladridos que pueden molestar tanto a los propietarios como a los vecinos.

Si deseas evitar los ladridos excesivos aquí tienes algunos consejos:

CORREGIR LOS LADRIDOS ANTES DEL PRIMER AÑO

Corregir los ladridos antes del primer año es fundamental, ya que a partir de los doce meses esta tarea puede ser más difícil de conseguir. Por lo tanto, es posible hacerlo siempre y cuando hayamos identificado perfectamente la causa del ladrido e incidamos sobre ella.

Los problemas de conducta no son como cualquier otro proceso médico que se resuelve con unos medicamentos y/o con una cirugía, en estos casos es fundamental la implicación del veterinario etólogo y de los propietarios del animal para resolver el problema.

¿PERRO LADRADOR POCO MORDEDOR?

Es cierto que hay un tipo de agresividad que se conoce como impulsiva en la que el animal ataca sin avisar; en otros casos, como por ejemplo la agresividad por miedo, el perro ladra y/o gruñe y luego ya tira el bocado, por lo que se podría decir que la premisa es cierta, pero no siempre se cumple, así que mejor no confiarse.