La demandas del INFOCA a la población contra el fuego: Prevención, responsabilidad y nada de heroicidades

El Centro Operativo Provincial del INFOCA lleva el nombre de Curro Rodríguez y Silva, Francisco Rodríguez y Silva, profesor de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Córdoba, que falleció el año pasado después de una vida dedicada a la defensa del paisaje forestal contra los incendios forestales. Héroe para los héroes. En una de las zonas comunes para el descanso que tienen habilitada para el descanso los componentes de los retenes del INFOCA hay una gran señal con un árbol en llamas y una cerilla encima de las letras “Peligro de incendio”.

El fuego es el gran satán de estos profesionales que este jueves han abierto las puertas de su Centro Operativo Provincial para que los medios interesados pudieran comprobar cómo se trabaja ante una situación de extrema gravedad. Se ha llevado a cabo un simulacro de un incendio de los más complicados de cubrir. Esos en los que está en juego no sólo una masa forestal sino viviendas y vidas humanas. En realidad, cada vez que el monte se tiñe de rojo y calor se ponen en juego vidas humanas: Las de quienes, con profesionalidad y arrojo, se acercan a combatirlo cara a cara. Le cuenta a COPE David Nicolás, responsable del INFOCA en Córdoba que “la seguridad es el primer objetivo en cualquier dispositivo. Estamos entrenados, pero el fuego puede ocasionar riesgos. A veces ocurre alguna desgracia porque es un trabajo complejo a pesar de nuestros protocolos, pero en nuestro trabajo la prioridad son las personas, los bienes y el entorno natural”.

En un fuego como el que se ha simulado en Los Villares es absolutamente fundamental la coordinación. Hay que apagar el incendio y dar un servicio a la población. Participan INFOCA, 112 Andalucía, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Cruz Roja, Ayuntamientos… Es un conjunto de personas que tienen que estar perfectamente engrasadas. Cabeza y fuerza. Un helicóptero listo para despegar y un despacho en el que están registrados y anotados los datos pluviométricos, el contador del agua en los depósitos y hasta las cabañuelas. Ay, el agua. Desgrana David Nicolás que “los tres factores que influyen en la expansión dinámica de un incendio son la meteorología, que no la podemos dominar, el relieve -que tampoco podemos dominar- y el combustible vegetal, que sí podemos manejar y que tiene una serie de agua que ralentiza la combustión. En estas épocas de tanta sequía están con estrés hídrico, de menos que con menos energía son capaces de entrar en combustión. Eso hace prever que podamos tener incendios de gran expansión dinámica”.

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Simulacro de incendio en Córdoba

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Por eso es especialmente importante que este verano anticipado no pille a ningún responsable en fuera de juego. Explica Pilar Vinuesa, la responsable del 112 en la provincia de Córdoba, que existe un plan de incendios forestales que establece una serie de grupos: “Uno de seguridad, otro de intervención, otro sanitario y otro de apoyo logístico y de acción social. El grupo de seguridad lo componen los cuerpos de Policía y Guardia Civil, el de intervención los bomberos y el sanitario la Cruz Roja y demás sanitarios. En el puesto de mando de ese posible incendio hay un representante de cada uno de esos grupos. Cuando el incendio es forestal, el 112 apenas interviene a la hora de transmitir información o comunicación y en función de la evolución puede que nos avisen si llega a una zona habitada y entonces montamos el dispositivo”.

¿Y qué puede hacer usted para ayudar? David Nicolás lo quiere dejar bien claro: “Los ciudadanos tienen que tener dos actitudes: Una preventiva, es decir, saber que cualquier acto imprudente puede provocar un fuego de características catastróficas y la otra es estar pendiente de lo que les digan las autoridades”. Es decir “nada de heroicidades” porque pueden provocar desgracias. Si quieren ayudar, “que comuniquen al 112 Andalucía cualquier cosa que vean que pueda ser incívica para que podamos estar sobre ellos”. El monte les agradecerá esa actitud responsable.