Después de nueve largos días Córdoba ya vive El Rocío

Nueve días de camino con sus contrastes: El frío de alguna noche con el calor de algún medio día, el cansancio de los kilómetros frente a la ilusión de llegar o las alegrías de una sevillanas justo antes de rezar por los que ya no están. El camino a El Rocío de la hermandad de Córdoba es especial.

Y lo es por muchos motivos: Largo y duro a la par que emocionante y justo. COPE ha llevado hasta sus hogares las historias de nueve días y ha conocido otras tantas que merecen respeto y admiración antes que darle altavoz. Junto a los más de 200 peregrinos, la carreta y el Simpecado llegaron poco antes de las nueve y media de la noche hasta la capilla de la casa de hermandad después de completar el último día de camino por la Raya Real y la Aldea. A las 7 de la mañana la hermandad iniciaba su trayecto a la par que las carriolas y los tractoristas iniciaban su regreso hasta Córdoba capital.

La Raya Real, tan dura como siempre fue sobrellevada con las ganas de llegar hasta la Aldea. Con puntualidad se llegó al Ajolí, sobre las 18.30, para rezar la salve sobre la entrada más simbólica de los senderos que llevan a la ermita. A ritmo de sevillanas hasta el puente del hierro. Y otra vez en la Aldea. El camino fue lento, pero con felicidad.

En la casa del arte, multitud de cordobeses esperaban al Simpecado con alegría y fiesta. Muchas sevillanas que se replicaron poco después en la casa de la hermandad del Perdón de Cordoba, donde los vecinos de la hermandad del Rocío de Ceuta se animaron también a cantarle al Simpecado cordobés.

Y con las inmensas ganas de llegar pero de no querer despertar del sueño, la carreta se descolgó de unos mulos que han realizado un trabajo más que sobresaliente junto a sus carreteros para iniciar el último empujón hasta el interior de la capilla. La salve cerró y los abrazos y las lágrimas comenzaron a correr para dar por finalizado el camino a El Rocío 2024.