El palacio de verano de los reyes de Granada, el mejor escenario para la mítica escocesa

El Teatro del Generalife, construido en el palacio de verano de los reyes de Granada, es uno de los más bellos escenarios que se han realizado para la danza en todo el mundo. Ademas, en ocasiones como la representación del ballet La Sílfide, se convierte en un espacio que en muchos momentos no precisa ningún tipo de decorado artificial. El segundo acto de la obra representada este sábado, transcurre en un bosque, y los árboles que rodean el escenario granadino ofrecen la oportunidad de mostrar una tramoya natural. En pocos lugares sucede algo así. Es la magia y el duende del Festival de Granada, llevados a su máxima expresión.

Una gran compañía de danza

La representación estuvo a cargo de la Compañía Nacional de Danza, que ofreció un nivel extraordinario. Este ballet se prestaba al lucimiento puesto que dispone de argumentos muy atractivos como el romanticismo, un vistoso vestuario, clásico para las sílfides, histórico para el resto de los protagonistas de la representación ambientada en Escocia, según la producción de 1836 de los daneses August Bournonville, coreoógrafo, y Herman Severin Løvenskiold, compositor. Especialmente bellos resultaban los cuadros grupales y también de enorme mérito los numeros en los que participaban menos bailarines.. Es muy difícil destacar a algunos de los bailarines, pero por su especial protagonismo debemos mencionar a Yaman Kelemet, como La Sílfide y Yanier Gómez Noda en el papel de James.

Sin música en directo

El público interrumpió en varias ocasiones, con especial entusiasmo, algunos de los cuadros de la representación. Tal vez se mostró algo más frío al final, sin que ello significara que no hubieran estado satisfecho con este magnifico espectáculo. Sin embargo, no podemos olvidar que el Festival de Granada, debe dirigirse siempre a la excelencia, como ha conseguido en muchos momentos su actual director, Antonio Moral, quien se marcha del cargo sin haber resuelto la problemática de ofrecer la danza, las mas de las veces, con música grabada. En nuestro tiempo hay equipos de sonorización para que estos pueda suceder al aire libre con las garantías necesarias, por lo que hemos de entender que es un motivo presupuestario el que obliga a que esto suceda así.