Dejan pañales usados de bebés en una mesa de un bar

El sorprendente "regalito" apareció en la mesa de un bar después de que cambiaran al bebé. Los camareros señalan que "sucede con más frecuencia de lo que se piensa"

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Juande Jerónimo

Granada - Publicado el - Actualizado

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No podía ser un escenario peor. Los dodotis se quedaron encima de la mesa... y usados. Así se los encontró el camarero que advirtió en redes sociales "si tenéis hijos pequeños, no hagáis esto". y es que junto a los restos de la comida aparecieron esos pañales usados dispuestos a ser retirados por los empleados de ese establecimiento que siguen sin salir de su asombro. En la cuenta @soycamarero se ha producido cientos de reacciones. La mayoría apoya la denuncia de este empleado de la hostelería y no dudan en calificar a quienes han dejado ahí esos restos de "marranos", pero otros se preguntan sobre las instalaciones de los bares y la carencia de lugares adecuados para cambiar a los bebés.

Algunos comentarios tiran de hilaridad y denuncian con cierto humor la mala educación de quien se creyó con el derecho a dejar ese pésimo recuerdo de su estancia en un bar

Los profesionales sugieren siempre dejar cualquier residuo de estas características en los aseos e incluso en las papeleras de los bares. Jamás sobre la mesa. Parece casid e sentido común

Entre las reacciones que ha provocado este hecho destaca también la de un camarero que cuenta una situación muy parecida. Cuando se dirigió a los progenitores para que se llevaran los pañales usados, la respuesta fue "¿Qué quieres? ¿Que me lo lleve a mi casa?" y tuvo que darles una bolsa para que lo tiraran.

La mayoría de la gente tiene un comportamiento mucho más cívico y no se les ocurre imitar ese comportamiento.

Pero no es el único "regalo" que encuentran los camareros. A veces aparecen otros residuos en las mesas que causan demasiado trabajo a los empleados de los locales y que para nada está pagado

Algunos usuarios sugieren a @soyCamarero que vaya detrás de esos padres y les anime a comportarse con educación y recuerdan que han visto también pañales usados en los asientos del AVE. No siempre hay tiempo para hacer todas las cosas, pero sí es deseable que, lo que hagamos, lo hagmos bien y sin molestar a los demás

Desde luego que estos comportamiento no son el mejor exponente de cómo deben comportarse las personas. De ahí que los usuarios se vean en la obligación de recordar que algunos establecimientos se niegan a admitir mascotas, que podrían incluso comportarse con más civismo que algunas personas