CORPUS 2022

Los años en los que los que las dictaduras suspendieron las carocas

En el XIX destacaron los textos de Enriqueta Lozano, una de las escritoras más populares del siglo

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Jorge de la Chica

Granada - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Una de las señas de identidad del Corpus en Granada son sus carocas. Se llaman así a unas pinturas y el texto que las ilustran que suelen tener un carácter muy variado aunque en los últimos tiempos son de contenido satírico. Se instalan con motivo de esta festividad popular en la Plaza Bibarrambla desde hace varios siglos. Como muchas de nuestras tradiciones poseen un origen remoto y difícil de determinar con exactitud.

La Feria del Corpus se celebra en Granada desde 1501 y se tiene constancia, a través de los textos de Francisco Henríquez de Jorquera, que ya e el siglo XVII se adornaba para esta festividad la Plaza de Birrambla con la instalación de al altar de arquitectura efímera y una serie de cuadros en los alrededores del recinto. Junto a estos cuadros se situaban unos texto que tenía como objetivo ayudar a comprender su contenido. Este es el origen de las carocas del Corpus. Pero no podemos concretar una fecha exacta de cuando comenzó esta actividad.

Entre los textos de aquellas carocas destacan los 27 quintetos dedicados al Santísimo por Enriqueta Lozano (Granada, 1829-1895), una de las figuras más destacada de la literatura española del XIX y hoy no suficientemente divulgada. En cuanto a las pinturas, en ocasiones se diseñaban para la ocasión y en otras se recurría a situar en la Plaza de Birrambla cuadros de relevantes artistas que pertenecían a diversas colecciones, como ocurrió tras la desamortización con los lienzos del Monasterio de la Cartuja.

Carocas sacras y profanas

Lo cierto es que es entonces cuando podemos hablar de protocarocas, pero su contenido era de carácter histórico , religioso o moralista. Unas veces eran retratos de personajes como los Reyes Católicos o el Gran Capitán, otras se referían a las virtudes cardinales o a los sacramentos. Por lo general los textos eran poéticos, pero no una métrica concretas. Convivieron los textos sagrados y profanos hasta 1850. A partir de ese momento no vuelven a tener carácter religioso y es también a partir de entonces cuando se decide el uso único de la métrica de la quintilla, a la vez que el contenido satírico es el más habitual.

Entre los autores de las letras de aquellas quintillas que se realizaron a partir de la segunda mitad del XIX estaban algunos de los escritores granadinos más populares de la época, que solían reunirse en torno a la tertulia literaria que se convocaban en el Carmen de las Tres Estrellas del Albayzín para redactar sus textos. Eran personalidades como Joaquín Afán de Rivera, Luis Seco de Lucena o Francisco de Paula Valladar. En más de una ocasión, la crítica solían ocasionar alguna dificultad a sus autores, por lo que era común que sus autores prefirieran el anonimato o el uso del pseudónimo

Estas dificultades para la aceptación de la crítica conllevaron a que en dos ocasiones fueran sus pendidas. Así sucedió a partir la Dictadura de Primo de Rivera y hubo que esperar a la llegada de la II República para que se volvieran autorizar en el Corpus de 1931. El período de la Guerra Civil no fue propicio para las carocas y la Dictadura Franco, tampoco las autorizó hasta el año 1952, en que volvieron a tener su lugar en la programación de la Feria de Granada, aunque no es fácil imaginar que sujetas a cierta prudencia por parte de los autores.

Los pintores de las carocas

Si importantes son las letras, no menor relevancia tienen las pinturas. Entre los autores del siglo pasado destacan nombres como Antonio López Sánchez, Manuel Maldonado o Manuel Parrizas, que a veces trabajaban de manera conjunta para realizar sus trabajos, de tal manera que podríamos indicar que eran creaciones colectivas, imaginamos que llamados sobre todo por la abundante labor que tenía encomendada y que por lo general debía realizar en poco tiempo. Después llegaron autores como Ozelui y en la actualidad el que se encarga de esta actividad de Mesa Madero.

Las carocas tiene mucho de creación efímera y pocas son las que se conservan, aunque en los tiempos actuales, debido a la proliferación de la fotografía, nos quedan testimonio de la totalidad de ellas en las últimas décadas.

(Ilustramos esta información con la caroca ganadora de este año).