INVESTIGACIÓN
Los primeros habitantes europeos se adaptaron al cambio climático
Según un estudio de la Universidad de Granada y el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social de Tarragona
Granada - Publicado el - Actualizado
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Una Investigación de la Universidad de Granada y el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona desarrollada en Orce ha demostrado que los primeros habitantes del continente europeo tuvieron la capacidad de adaptarse al cambio climático y de hábitats.
Un equipo multidisciplinar de las dos instituciones ha logrado reconstruir la evolución del hábitat y del clima en el que desarrollaron sus vidas los primeros grupos humanos que habitaron en Orce, los más antiguos del continente europeo.
El estudio coordinado por la Universidad de Granada se centra en el análisis de los restos óseos de las especies de anfibios y reptiles recuperados en estos yacimientos y el artículo sobre la adaptación al cambio climático lo lidera Christian Sánchez-Bandera.
El coordinador del equipo interdisciplinar que trabaja en Orce y profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, Juan Manuel Jiménez Arenas, ha explicado que hasta el momento solo se tenía una visión global de los yacimientos pero que se ha incrementado con nuevos datos.
Se ha hecho gracias al análisis de restos pequeños de hace unos 1,5 millones de años procedentes de mamuts, hipopótamos, rinocerontes o hienas gigantes, pero también de ranas y serpientes que actúan como "estaciones climatológicas" por su dependencia de los datos climatolóogicos.
Los resultados del estudio indican que los primeros habitantes del continente europeo lidiaron con unas condiciones ambientales diferentes en Barranco León (1,4 millones de años) y en Fuente Nueva 3 (1,3 millones de años), dos de los yacimientos de Orce.
En Barranco León hubo un ambiente cálido que fue variando hacia condiciones cada vez más frías y áridas frente a Fuente Nueva 3, donde se llega al máximo de aridez y frío para, posteriormente, oscilar hacia condiciones más favorables, húmedas y cálidas.
"Estos datos nos permiten proponer que los humanos más antiguos del continente europeo, fueron capaces de adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes que tenían lugar durante el Pleistoceno inferior y lidiar con un clima y un paisaje variables", han apuntado los investigadores.
El equipo trata ahora de establecer si existe algún vínculo entre las diferencias tecnológicas, fundamentalmente los útiles en piedra tallada observadas entre Barranco León y Fuente Nueva 3, y los cambios climáticos impresos en los huesos de anfibios y reptiles