Los tres rejoneadores salen por la Puerta Grande en el último festejo del Corpus Taurino

La Feria Taurina del Corpus ha llegado a su fin con la tradicional corrida de rejones. Cada año los aficionados a esta modalidad taurina pueden disfrutar en estas fechas de un festejo, en el que en esta ocasión se dieron cita Diego Ventura, Rui Fernández y el granadino Sebastián Maldonado, que con el paso de las temporadas se están convirtiendo en uno de los toreros a caballo que más interés despierta. Los tres salieron por la puerta grande. Se registró en torno a media entrada. El ganado de Ángel Sánchez permitió el triunfo de los rejoneadores.

Rui Fernández

El encargado de abrir plaza fue el portugués Rui Fernández. El suyo fue un toreo más clásico que el de sus compañeros de terna. En el primero se lució con las rosas y terminó con un efectivo rejón. Obtuvo una oreja. El segundo de su lote tenía menos movilidad, mostró una gran doma y aunque no fue tan efectivo en el rejón de muerte, recibió otro apéndice.

Diego Ventura

Diego Ventura está en los más alto del escalafón y demostró que no le faltan motivos para ocupar esta situación. En el primero ofreció una exhibición con sus banderillas al quiebro y las cortas al violín. Aunque tuvo que recurrir a un certero descabello para poner final a la vida del astado, recibió una oreja. El quinto lo lidió con el mismo brío y repitiendo momentos espectaculares, como las mencionadas cortas al violín. El momento culminante de su faena fue cuando retiró al cabezada al caballo para ejecutar a un par a dos manos, desatancado la emoción en los tendidos. Tras clavar un rejón, el mismo apuntilló a la res y recibió dos orejas, Incluso hubo solicitud del rabo.

Sebastián Fernández

El granadino Sebastián Fernández comenzó la lidia de su primer toro con el arte de la garrocha, recibiendo en toriles. No abundaba la fuerza del animal y tuvo dificultades para matar con efectividad. En el que cerraba plaza se empleó a fondo. Su doma fue espectacular y la faena mantuvo un ritmo de gran interés. Se lució en banderillas que culminó con un rejón de muerte efectivo y la concesión de dos orejas.