72 FESTIVAL DE GRANADA

El Retablo de Falla y los títeres de Lanz en una inolvidable inauguración del Festival de Granada

La ópera de cámara inspirada en el Quijote cumple su primer siglo

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Jorge de la Chica

Granada - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La jornada inaugural del Festival de Granada estuvo dedicada al Centenario del estreno de El retablo de Maeso Pedro, una de las obras más destacadas del catálogo de Falla. Podemos encontrar hasta tres justificaciones válidas. En primer lugar, don Manuel debe ocupar siempre un lugar preferente en esta cita cultural. Debemos añadir que la recuperación de la producción que realizó la Compañía Etcétera en 2009 es todo un acierto. Y por supuesto, la efeméride de su estreno bien merecía algo así.

Falla y Lanz

El triunfo rotundo de la noche fue para Manuel de Falla, que en su vertiente neoclásica nos ofrece esta bellísima y acertada composición. También cabe destacar a la Compañía Etcétera, dirigida por Enrique Lanz, nieto de Hermenegildo Lanz, autor de las marionetas que en 1923 se pudieron ver en el Palacio de la Princesa Polignac, mecenas de esta creación, que no ha perdido frescura y belleza en el paso por su siglo de vida y que es de una categoría extraordinaria. Marionetas gigantes, con un diseño atractivo, movidas por más de una decena de titiriteros, artistas de primer rango que obtuvieron las mayores ovaciones del público que llenó el Palacio de Carlos V. No es necesario insistir la categoría de este arte escénico, pero sí reivindicarlo como una expresión milenaria y capaz de ofrecernos este tipo de espectáculos.

OCG

La música estuvo a cargo de la Orquesta Ciudad de Granada, dirigida por Aarón Zapico, encargado de diseñar con acierto el resto del programa que incluyendo la obertura de la obra que Telemann dedicó al personaje de Cervantes y la suite sobre la ópera que Bodin Boismortier escribió en torno al hidalgo manchego, partituras que fueron del barroco al rococó, como un pórtico adecuado para El Retablo de Maese Pedro. En la formación destacó la labor de la percusionista Noelia Arco. No es una sorpresa volver a descubrirla como una gran intérprete. El papel del Trujamán lo interpretó la soprano Alicia Amo que utilizó dos registros, según hemos podido conocer, debido a las indicaciones recibidas. En uno de ellos pudo demostrar sus indudables cualidades con solvencia. El tenor David Alegret (Maese Pedro) y el barítono José Antonio López (Don Quijote), estuvieron a gran altura. Sus voces se escucharon con amplificación artificial. Merece un capítulo especial la participación al clave de Juan Carlos Garvayo. No vamos a descubrir su maestría, pero sí a resaltar que con el clave se desenvuelve de la misma forma que con el piano.

Este ha sido el comienzo de un Festival que se prolongará hasta el próximo 19 de julio y que anuncia espectáculos entre los que destacan por su nivel varios programas. El inicio ha conseguido sorprender y emocionar. La expectación se mantiene de cara a los próximos días, cuyas páginas están por escribir.