Navegación entre dos sensibilidades durante el mercado invernal del Granada CF

En pocas ocasiones ha sido más necesario que esta temporada acudir al mercado invernal. Pese a la millonaria inversión la plantilla no está cumpliendo con las expectativas lógicas de un recién descendido que tiene el mayor presupuesto de la temporada. Aunque lo realmente importante es el resultado final y el equipo no se ha descolgado, el grave problema de la poca eficacia fuera de Los Cármenes están lastrando la campaña. Parece evidente que algo se ha hecho mal a la hora de diseñar el equipo y esta ventana de fichajes es el momento para recuperar las asignaturas suspendidas.

Una salida y tres llegadas

La pretendida remodelación del equipo se está intentando teniendo en cuenta las dos corrientes de opinión que existen en el club. La salida de Matias Arezzo se da por supuesta, pero está por definir su destino. Hay dos clubes que están pugnando por sus servicios. El Peñarol de Montevideo parece estar cerca de su contratación, pero también el Huesca ha mostrado su interés por el delantero. Esta operación podría despejar las gestiones que intenta culminar el Granada para contratar de Shon Weisman, por el que hay varios equipos interesados. No es una operación barata y todo hace indicar que su próximo equipo será el que más convenga a los intereses monetarios del Valladolid.

Además del delantero israelí, el Granada esta interesado en otro futbolista del conjunto pucelano. Se trata de Mikhael Malsa, centrocampista de 27 años, con carácter defensivo y que ya estuvo a las órdenes de Paco López en el Levante. En la presente temporada no está teniendo muchos minutos en el equipo que preside Ronaldo. Parece que se descarta reforzar la defensa, pese a los múltiples problemas que está ocasionando la zaga rojiblanca. La estrechez económica provoca que se tengan que atender las prioridades que se consideren más necesarias.