CARTEL CONSUELO (GITANOS)

Este cuadro ocupará un lugar preferente en la Casa de Hermandad del Consuelo (Gitanos)

Ha sido encargado para ilustrar en el cartel de la Hermandad en 2022

Jorge de la Chica

Granada - Publicado el - Actualizado

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La Parroquia de la Asunción de la Abadía del Sacromonte ha acogido la presentación de la obra pictórica que la Cofradía del Cristo del Consuelo (Gitanos) ha encargado a Francisca Medina. La artista realizó el cartel de la Semana Santa del año pasado y actualmente es Hermana Mayor de la Virgen de la Cabeza. Al término del acto, el Comisario de la corporación penitente, Francisco de Paula López, nos indicó que es su deseo que el cuadro cuelgue en el futuro en un lugar preferente de la Casa de Hermandad, en la que se desean realizar algunas reformas.

Cristo, la Virgen, una mantilla y la Alhambra

En el cuadro de Medina, un óleo sobre tela, se reproduce a los dos titulares de la corporación y a una mantilla, teniendo como fondo la Alhambra en una panorámica nocturna. Casi componen un calvario con el Crucificado del Consuelo en el centro y a sus lados la Virgen del Sacromonte y una mantilla.

La propia Francisca Medina fue la encargada de dar a conocer su obra, que tiene como título Saeta al Cristo de los Gitanos. Comenzó su intervención con una oración dedicada al Cristo y otra la Virgen en la que describió el cuerpo y la vestimenta de María, iniciando cada arte de los versos con la palabra “bendita”. Se refirió a su cuadro como la XII estación de penitencia del Vía Crucis: Jesús muere en la Cruz. Posteriormente describió en un tono poético su trabajo y la simbología que representa, con abundantes referencias a las Revelaciones de Santa Brígida de Suecia. Al referirse a la mantilla indicó que de alguna manera podría representar a Santa María Magdalena. En esta escena deposita un lirio a los pies del Señor, como símbolo de nuestras plegarias.

También realizó una descripción del cortejo que cada Miércoles Santo organizad la Cofradía. Terminó sus palabras con el célebre poema La saeta de Antonio Machado, recibiendo una ovación en forma de aplausos por parte de los devotos que asistían al acto y que ya había mostrado de forma similar su satisfacción durante otros momentos de esta presentación.