Los penitentes y nazarenos de Jesús Despojado no saldrán este año de la Casa de Hermandad

La Cofradía de Jesús Despojado organizaba en los últimos años su procesión desde la Casa de Hermandad de la corporación. Antes lo hicieron desde un colegio público. Las dimensiones de la puerta de su sede canónica, la Parroquia de San Emilio, no permite la salida de los pasos. Este año sera diferente debido a la situación sanitaria.

La intención de esta asociación de fieles es evitar evitar aglomeraciones entre los participantes en el cortejo, cuando además, la Casa de Hermandad acoge desde 2019 la salida de su nuevo paso, el de la Virgen del Dulce Nombre, lo que hace todavía mas compleja la organización. Ante esta circunstancia, se ha decidido que los nazarenos y penitentes salgan desde la Parroquia de San Emilio y se dirijan a la calle Músico José Ayala, donde está la citada Casa de Hermandad, lugar en el que aguardará el resto del cortejo. Allí es donde de organizará la procesión. Estos nazarenos y penitentes tampoco accederán al interior de la Casa de Hermandad en el retorno, permaneciendo en la calle y dando por concluida su estación de penitencia cuando los titulares estén en el interior de local.

Estas son las normas que con este motivo ha dado la Cofradía: “Dadas las reducidas dimensiones de la Casa de Hermandad, los nazarenos y penitentes partirán desde la Parroquia de San Emilio, lugar donde se organizará el cortejo. Los hermanos/as nazarenos y penitentes, accederán a la parroquia por la puerta de Maestro Lecuona. Mientras los integrantes del cortejo permanezcan en el interior de la Parroquia, será preceptivo el uso de mascarillas, que se podrá quitar solo antes de cubrirse el rostro. Para el regreso, el cortejo no accederá al interior de la Casa de Hermandad, estando reservado en la calle Músico José Ayala Canto un espacio acotado para sus integrantes. Los hermanos/as Permanecerán en silencio, y en el lugar que les indique su Diputado de Tramo, hasta que se haya recogido el paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista. A partir de ese momento, los hermanos/as rezarán de forma privada las preces finales, y podrán partir para sus domicilios, manteniendo en silencio, revestidos con la túnica nazarena, y cubierto su rostro”.