La Catedral acoge el paso de la procesión de la Virgen de las Angustias

El paso de la procesión de la Virgen de las Angustias por la Catedral de Granada fue uno de los momentos más emotivos de su recorrido. Se trata de una iniciativa de Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José María Gil Tamayo, Arzobispo de Granada. A partir de ahora, puede convertirse en una escena habitual. El prelado granadino contemplaba desde su cátedra el paso del cortejo, después de haber estado presente en la salida desde la Basílica de las Angustias, pero cuando estaba apunto de llegar la Patrona de Granada, se desplazó hasta la Puerta de Perdón para recibir la Virgen. Después, la acompañó durante el resto del recorrido hasta su Basílica.

salida de la patrona

La salida de la procesión resultó espectacular. La belleza, el orden y la devoción fueron los protagonistas es un desfile procesional muy extenso, compuesto por miles de personas que acompañaron a la Virgen de las Angustias. El trono de la Patrona aparecía adornado por más de 1.700 ramos de nardos, que eran la flor más abundante, y un llamativo centro de flores de color rojo a los pies de Nuestra Señora, recordando la sangre de Cristo derramada para nuestra Redención.

nuevo protocolo

Las calles por las que discurrió la procesión estaban repletas de fieles y devotos que vitoreaban a la Virgen a su paso. El nuevo protocolo permitió que Las Angustias estuviera acompañada por una banda de música, lo que contribuyó a  su esplendor. Fue la Unidad de Música de la Academia Militar de Toledo. El resto de las bandas y agrupaciones musicales participantes en la comitiva, se distribuyeron por el recorrido, de acuerdo con el orden de la procesión que anunció COPE.

regreso de la procesión

En torno a la 23 30 h. la Virgen volvía a su Basílica en medio de fervor popular, mientras una palma real de fuegos artificiales, como sucedió en la salida, anunciaba ese momento, Los "palieros", de acuerdo con la tradición cubrieron a la Patrona de Granada, como también hicieron en el momento en que abandonaba la Catedral, a través de la Puerta de la Encarnación.

En suma, una impresionante manifestación de piedad popular, que refleja el amor del pueblo de Granada a su Patrona, estampa emocional que se repite desde hace varios siglos, como muestra de fervor mariano.