El Centro de Estudios Cofrades alerta sobre la necesidad de restaurar la Urna del Santo Sepulcro

En 2014 la Federación de Cofradías creó el Centro de Estudios Cofrades cuya finalidad es el estudio, investigación y documentación de los aspectos culturales y patrimoniales de la Semana Santa de Granada. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por Antonio Martín, durante su etapa como presidente federativo, y está ubicado en la antigua sede de la Feración (C. Ángel 2). Sus ámbitos de actuación son diversos y abarcan aspectos patrimoniales, jurídicos o relacionados con el archivo documental, disponiendo de una biblioteca especializada en estas cuestiones.

Piezas históricas

Una de las secciones en las que trabajan es el análisis de las que llaman piezas históricas de la Semana Santa de Granada. Hasta la fecha han estudiado la llave de la Borriquilla, el martillo ceremonial de las Penas, la saya de la Casa Garín de la Esperanza y el portapaz de la Aurora, siendo el último elemento que en el que han trabajado la Urna del Santo Sepulcro, un elemento de una valor histórico y monumental incalculable que data del siglo XVII. Se han encargado de este estudio Jonathan Moreno y Félix Jiménez.

Urna de Cristo Yacente

Este trabajo recoge una detallada descripción de la Urna y un análisis histórico. La investigación enmarca esta pieza en el contexto del barroco, cuando fue una práctica habitual realizar este tipo de elementos para albergar en su interior tallas del tipo iconográfico conocido como Cristo Yacente. Esta fue encargada por la Cofradía del Santo Entierro y las Tres Necesidades, actualmente conocida como Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad, que fue fundada durante 1615 en la Iglesia de Santiago, aunque ahora tiene su sede en la Parroquia de San Gil y Santa Ana. Se trata de una de las corporaciones penitenciales más antiguas de Granada y caracterizó por no disponer de disciplinantes, como sí tenían entonces otras hermandades granadinas.

Manuel Valdés

El encargo de la Urna tuvo lugar sesenta años después de su constitución. Se formalizó en 1675 y poco después, en 1691m se procedió a su reforma, adoptando el aspecto actual, siendo el autor de ambos trabajos Manuel Valdés. Desde 1925 se eleva sobre un canasto que confeccionó Navas Parejo. Se soporta sobre una base rectangular con seis patas y tiene forma de paralepípedo, es decir con seis lados, siendo iguales los que se enfrentan.

Necesidad de restaurarla

Moreno y Jiménez realizan una detallada descripción en la que se reflejan los vanos de cristal separados por columnas toscanas, las diez asas, los ángeles en madera policromada de sus esquinas o la crestería que remata el conjunto. Los materiales empleados son madera, carey, bronce, plata y nácar. Sobre esta crestería, además de describir sus elementos, como las dos pinturas, una con símbolos pasionistas y otra representando a la Virgen María junto a la Cruz y dos personajes sin identificar añaden que “presenta un estado de conservación que requiere de una intervención por el estado de sus materiales y las faltas de materia en algunos puntos de la misma”.