Éxito en Granada: el preestreno de “A tu vera” a cargo de la Compañía Nacional de Danza

El flamenco está en constante evolución. Es cierto que hunde sus raíces en una serie de palos antiguos, pero a la vez se desarrolla por su propia naturaleza y con el mestizaje de otros estilos. La producción A tu vera puesta en escena por la Compañía Nacional de Danza es un ejemplo de lo que hemos escrito. Se trata de una coreografía de Joaquín de Luz, director de la compañía, y de Sara Calero, una de las grandes referencias de la danza española y el flamenco de nuestro tiempo. En ella, este flamenco se baila con influencias de otros estilos como el ballet clásico, el neoclásico o la danza contemporánea. La mezcla es de una estética bellísima y se expone de forma coherente.

Brillante coreografía

Esta creación es un derroche de aciertos, comenzando por la coreografía, en no menor medida la música, con temas flamencos arreglados por Pablo Martín Caminero, a cargo de un cuarte integrado Javier Conde (guitarra), Mariam Hontana (viola), Barnabas Hanagoyi (violoncelo) y el propio arreglista (contrabajo). Especialmente emotiva su conclusión evocadora de Federico García Lorca. Grandes intérpretes y brillantes adaptaciones. Además, escuchar la música en directo ofrece otra dimensión del espectáculo. El vestuario, a cargo de Carmen Granell, la iluminación ha sido diseñada por David Picazo y la escenografía, con detalles espectaculares, como el de la escalera suspendida en el aire, contribuyeron al éxito.

Ecos de Antonio Ruiz

La coreografía recuerda, por momentos, las creaciones de Antonio Ruiz Soler, sobre todo las que nos dejó en sus producciones cinematográficas y la conjugación de estilos que nos ofrece dispone de un destacado equilibrio. La interpretación que de ella se hizo, a pesar de que era la primera que se representaba en público y tenía por tanto carácter de preestreno, fue sobresaliente. Los intérpretes, encabezados por la pareja de coreógrafos, mostraron una cualidades técnicas y interpretativas de máximo rango. La prolongada ovación del público fue el reflejo de un trabajo artístico bien concebido y de otro acontecimiento sobresaliente para registrar en los anales del Festival de Granada.

Una excelente compañía

En la segunda parte se ofrecieron dos bellos ejemplos del repertorio de la Compañía Nacional de Danza. Apolo con música de Stravinsky y coreografía del mítico de Balanchine es una clásico de la danza que supieron poner en escena de una manera brillante y lo mismo sucedió con Heatscpe en el que la partitura es el Concierto para piano nº 1 de Martinú y la coreografía de Justin Peck. En ambas, la danza ya se expresaba neoclásica en el primer caso y contemporánea en el segundo. Los bailarines del elenco pusieron de manifiesto que la formación atraviesa por un momento de elevado nivel artístico.