La sutileza de lo terapéutico

En la mañana del 5 de diciembre, familias comprometidas han tomado como propio el Centro de Adicciones y han decidido este año montar el Belén más allá de sus hogares, en un espacio donde han llorado, reído y crecido.

Montar el Belén va más allá de colocar figuras tradicionales recreando el nacimiento de Jesús. En este caso es un acto de generosidad, de ruptura de barreras, haciendo terapia inversa, donde el enriquecimiento es mutuo entre pacientes y terapeutas en un acto de construir y compartir.

La sanación pasa de lo individual a lo familiar, lo social y lo comunitario. Estos últimos pasos no son siempre permeables. En esta ocasión permanece el deseo de trascender a lo público, lo que es de todos, con un mensaje claro: detrás de la problemática adictiva, hay Personas que tienen muchas cosas que enseñarnos. El Centro de Adicciones lo sabe. Y lo promueve.