PROTESTA POLICIAL

"Por ser policías no tenemos por qué soportar un plus de penosidad" nos dice César Calín

El Sindicato Unificado de Policía en Granada denuncia que tienen que trabajar a más de 30 grados sin aire acondicionado

Ana Correa

Motril - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

César Calín es el secretario del SUP, Sindicato Unificado de Policía en Granada y nos explica en COPE, las condiciones en las que tienen que trabajar, cuando, por ejemplo, se rompe un aparato de aire acondicionado y tras pasar un año, no se arregla, como ha sucedido en la comisaría de Motril. En la Capital, a pesar de las altas temperaturas, no se actúa con rapidez en solucionar estos problemas, dando lugar a que algunos policías de servicio, hayan tenido que ser atendidos por mareos y cefaleas por motivo de las altas temperaturas que tienen que padecer.

Ahora se dice que se va a actuar de urgencia y se podría solucionar el problema, que sería dentro de un mes y medio, por lo menos. Nos explica que se está haciendo un estudio y se van a presentar las medidas a seguir. "O se soluciona rápido con las maquinarias, o se reubican a los policías en otras dependencias acondicionadas o se tendrán que dar de baja, como haría en estas circunstancias cualquier trabajador", nos dice el portavoz sindical.

César Calín considera que ellos son personas y trabajadores como los demás. "Por ser policías no tenemos por qué soportar un plus de penosidad".

Con respecto a la Operación Paso del Estrecho, se vuelve a poner de manifiesto la falta constante de efectivos policiales, teniendo que hacer constantemente contrataciones especiales y es que la plantilla en Motril no se revisa desde hace unos 20 años. Otro de los motivos por el que no se pone en marcha el CATE, Centro de Atención Temporal a Extranjeros del Puerto de Motril, construido hace dos años y sin poner en funcionamiento porque necesita una dotación policial permanente, de la que no se dispone.

El sindicato ha hecho público este comunicado

Desde el Sindicato Unificado de Policía denunciamos las tercermundistas condiciones de trabajo que están sufriendo los POLICIAS destinados en la Comisaría de Distrito Norte de Granada y Motril.

En la actualidad en la Jefatura no funcionan los aires acondicionados de la garita de seguridad, la oficina de denuncias, la inspección de guardia que tramita las diligencias de los detenidos, la Brigada de Policía Científica y algunos despachos del distrito norte, además careciendo algunos de estos despachos de ventanas al exterior.

Todas estas zonas reciben la luz del sol de manera directa durante casi todo el día, con lo que la temperatura en el interior no hace nada más que aumentar día a día.

Estas áreas de trabajo se han convertido en verdaderos hornos donde se superan los 30 grados de temperatura, llegando incluso a hacer menos temperatura en la calle que en el interior. Aunque los compañeros se hidratan de manera frecuente, son recurrentes casos de visión borrosa, mareos, fuertes dolores de cabeza, náuseas y aumentos del ritmo cardíaco. Como es de esperar, el SUP como sindicato que vela por los derechos de nuestros compañeros no podemos permitir que se siga poniendo en peligro su integridad física por desempeñar un trabajo que a priori no tendría por qué suponer ningún riesgo como es el trabajo en el interior de una Comisaría de Policía en verano.

Durante años llevamos reclamando y denunciando la falta de mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado de la Jefatura Superior de Andalucía Oriental que cada año se avería, cada año sirve de excusa el tira y afloja entre la empresa contratada para el mantenimiento y la subcontrata de esta, el caso es que los presupuestos tan solo se han prorrogado, con lo que las carencias que la prórroga de los actuales conlleva. A ello unimos una falta de actitud preventiva por parte de la Jefatura que si bien carece de medios económicos para efectuar dicha reparación, no entendemos que no se tomen otras medidas.

En el caso de la Comisaría de Motril lleva un año averiado su aire acondicionado en toda la planta baja, sufriendo averías también en determinados despachos de los grupos de investigación.

Granada es una zona donde se alcanzan temperaturas extremas. Por ello y por las tercermundistas condiciones de trabajo en que se ven obligados a desarrollar su tarea los Policías que en ellas prestan servicio y por su puesto por los ciudadanos que sufren así mismo dichas circunstancias alzamos la voz pidiendo que Subdelegación de Gobierno y Ministerio se hagan cargo de las deficiencias.

El Real Decreto L 4/2023 que vio la luz el año pasado recomienda la paralización de la actividad en caso de alerta naranja y roja. Ahora bien, no se están tomando mediciones de temperatura en las instalaciones para verificar las deficientes condiciones y por otro lado, aunque la actividad no se “quiera paralizar” si deben ponerse medidas que palíen dicho riesgo. A nuestro juicio los ventiladores que se han instalado son una burla y una clara muestra de la falta de cultura preventiva de la DGP hacia sus trabajadores y ciudadanos.

Ante la falta de soluciones rápidas y eficaces, denunciamos públicamente esta situación para que desde la Subdelegación del Gobierno y el Ministerio del Interior se ejecuten las medidas de carácter urgente y extraordinario para que nuestros compañeros puedan seguir trabajando sin que eso ponga en riesgo su salud.

Por todo ello exigimos o bien la reubicación de los compañeros en zonas climatizadas o la instalación de máquinas de aire acondicionado portátiles mientras se instalan las nuevas. En caso de que no se solvente de manera inmediata este grave problema exigiremos el cierre de dichas zonas de trabajo por poner el riego la salud laboral de nuestros compañeros que se depuren las responsabilidades oportunas.

¿Es mucho pedir unas condiciones decentes para trabajadores y usuarios? Quizás la intervención y solicitud de uso de equipos de aire acondicionado portátiles y fijos procedentes de las intervenciones de Cannabis Sativa que tanto trabajo nos ocasionan podrían paliar las necesidades de material que sufrimos. Sin embargo, para solventar la problemática es necesario que la superioridad verdaderamente quiera solventar las deficiencias.

La tormenta perfecta ha culminado hoy cuando un funcionario ha tenido que ser trasladado al hospital por golpe de calor, el resto que prestaban servicio se han quedado sufriendo dolores de cabeza y malestar. Obviamente, su profesionalidad no les permite irse todos a urgencias y mantienen el servicio deseando la pronta mejoría del compañero. Sin embargo, la superioridad considera mero ruido las quejas presentadas por los trabajadores, para saber cuáles son las condiciones en que los trabajadores realizan su tarea hay que estar ahí y no fresquitos en sus despachos.

Temas relacionados