Homenaje a Juan Antonio Escribano Castilla, 30 de agosto de 2003

En el estadio municipal Escribano Castilla, en la primera jornada de liga del grupo IX de Tercera División de la temporada 2003/04, se enfrentaban Motril CF y Granada CF. El Granada, que atravesaba la etapa deportiva más baja de su historia, iba a ser el encargado de dar la bienvenida al conjunto blanquiazul a su vuelta a una categoría que había abandonado seis años atrás.

Antes de comenzar el encuentro la directiva del Motril, en realidad una junta gestora que presidía Miguel Pino, decidió homenajear a don Juan Antonio Escribano Castilla, alcalde de Motril entre los años 1961 y 1975, periodo de tiempo en el que fraguaron numerosas realizaciones en la ciudad, entre ellas el estadio de fútbol que llevaba su nombre.

Precisamente, tras la profunda remodelación que experimentó este recinto deportivo en 1997, la corporación municipal decidió quitarle el nombre y dejarlo a secas como ‘Nuevo Estadio Municipal’. En 2003, con la llegada del Partido Popular a la alcaldía de la ciudad, se propició la restitución de la primitiva denominación del estadio, que volvió a llamarse Escribano Castilla.

Francisco Javier Feixas, vicepresidente de la gestora, fue el encargado de entregar la placa en presencia de Rubén Acebal y José Miguel Zurita, capitanes respectivos de Granada y Motril; y de Paco Garzón, delegado del club motrileño. Después de la entrega de la placa y el saque de honor de don Juan Antonio, comenzó un partido que se recuerda por la paliza histórica que le propinó el equipo capitalino al costero, un inapelable 0-5.