Nos dejó un grande, Wilder Barcos

A los 88 años, y de muerte natural, Wilder Barcos Pareja decidió subirse al cielo. Motril está de luto, se marchó uno de los grandes del fútbol en la Costa Tropical. Grandísima persona, imposible de olvidar, residía en Motril desde 1997. Wilder nació en julio de 1933 en Montevideo (Uruguay), aunque siendo muy joven se trasladó con su familia a Buenos Aires. Pasó por la cantera del Huracán bonaerense y llegó a jugar en la segunda división con el Temperley. Después estuvo a prueba en el Once Caldas, pero una grave lesión acabó con el intento de jugar en el fútbol colombiano. Recuperado, inició una aventura que le llevó por el Zacapa, de la 1ª División de Guatemala; el Marte C.F. (1ª División de El Salvador) y el Helenik, de la liga semiprofesional neoyorkina.

Una vez retirado, vino a España en 1967 para obtener el título de entrenador regional, siendo el Leganés, en Tercera División (temporada 1968/69), el primer equipo que dirigió. Tras regresar a Estados Unidos, volvió unos años después a España con el objetivo de sacar el título nacional, algo que consiguió en 1975, teniendo como compañeros de promoción, entre otros, a Luis Aragonés. Comenzó entonces una carrera que le llevó por los banquillos del Parla (Regional), Carabanchel (3ª), Orihuela (3ª), Jerez Industrial (3ª), CD Motril (3ª, dos temporadas), Águilas (3ª), KAC de Kenitra (1ª División de Marruecos), Motril CF (Regional Preferente), Academia del Cosmos de Nueva York, Costa Tropical y categorías inferiores del Motril CF.

Wilder Barcos debutó oficialmente como entrenador del CD Motril el 1 de septiembre de 1979. El cuadro blanquiazul se medía en la primera jornada de liga al África Ceutí en campo norteafricano. El Motril, que falló dos penaltis aquel día, acabaría perdiendo por 2-0. El primer once que alineó Wilder estuvo compuesto por Andrés, Novo, Agullen (Esparrell), Mané, Peiró, Blanco Navarro, Pepe Godoy, Tirado, Callejón, Cruz (Fede) y Roldán. El Motril finalizó sexto en una Tercera División que abarcaba toda Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.

Fue también aquella temporada la de la eliminatoria copera con el Almería, que militaba en 1ª División. Tras perder 0-1 en la ida, el Motril rozó la proeza en la vuelta, empatando a uno y desperdiciando un penalti a favor cuando ganaba 0-1. Juan Navarro marcó el gol motrileño. La intermediación de Wilder fue también decisiva para traspasar a Mané al Cádiz, recibiendo el Motril dos millones de pesetas.

En la siguiente temporada (1980/81), con el club atravesando muchas dificultades económicas, Wilder apostó decididamente por la cantera, conformando alineaciones compuestas casi en su totalidad por jugadores de casa. El Motril sería décimo segundo. El último partido de liga, y también con Wilder como entrenador del CD Motril, fue contra un Atarfe al que se ganó por 4-0 con tantos de Trujillo, Varo, Aranda y Núñez.

Desaparecido el CD Motril, la directiva del nuevo Motril CF, que milita en Regional Preferente, elige a Wilder Barcos como su primer entrenador. El técnico uruguayo se encontraba viviendo en Nueva York y las complicadas gestiones para su contratación hicieron que se estrenara en el banquillo en la tercera jornada, con derrota por 2-0 en El Palo. El Motril alineó a Castilla, Chando, Rojas, García, Bueno, Patri, Roberto (Guijarro), Bernardo, Paulino (Juani), Santi y Lozano. A pesar de que el equipo marchaba en los puestos altos de la tabla, la directiva, por desavenencias con Wilder, decide cesarle a falta de seis jornadas para el final liguero.

Wilder Barcos volvería a Motril en 1997. Fue para formar parte del staff técnico del Motril C.F., que debutaba en 2ªB. Al no tener Miguel Novo el título de entrenador nacional, la directiva pidió a Wilder poner el carnet y que Novo fuese el entrenador en la práctica. No estaría mucho en esa situación, pues es cesado antes de finalizar la primera vuelta.

Tras su salida del Motril dirigió en el Costa Tropical, y con la llegada de Murado volvió al Motril para entrenar al segundo equipo. En febrero de 2017 se le tributó un partido de homenaje entre un combinado de los veteranos del Motril y otro de la AFE, presidida entonces por su amigo Luis Rubiales, del que fue también gran valedor en el inicio de su carrera futbolística.

DEP, amigo.