HLA Universitario Inmaculada aplica una técnica quirúrgica pionera para tratar un caso complejo de incontinencia urinaria
La intervención combina la perineostomía y el cabestrillo suburetral, dos
técnicas de uso habitual por separado.
Granada - Publicado el
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El Hospital HLA Universitario Inmaculada ha llevado a cabo con éxito una técnica pionera para el abordaje de un caso de incontinencia desolución compleja, de la que no consta bibliografía previa al respecto. Elprocedimiento, llevado a cabo por el equipo liderado por el doctor Ignacio Puche, será objeto de una publicación científica y de un video, que servirá de guía terapéutica parafuturosdiagnósticos que compartan las peculiaridades de este.
El paciente había sido sometido previamente a varias intervenciones que hacían difícil la implementación de losdispositivos de uso habitual en esta patología”, explica el Dr. Ignacio Puche, urólogo en HLA Inmaculada, quien cuenta con más de 15 años de experiencia clínica yquirúrgica en diferentes ramas de su especialidad. El especialista también destaca que “la novedad de nuestro abordaje ha sido combinar una perineostomía y la colocación de un cabestrillo suburetral, ambas intervenciones frecuentes, pero por separado. Para ello, ha sido necesario realizar la reconstrucción de la perineostomía en primer lugar, para poder así colocar el cabestrillo”.
Con el fin de comprender la complejidad y el valor diferencial de la intervención llevada a cabo por los profesionales en HLA Inmaculada, es necesario explicar cómo las técnicas se han combinado. Por un lado, la perineostomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se crea una abertura (estoma) en el área perineal (entre el ano y los genitales) para desviar la salida de la orina.
El Dr. Ignacio Puche comenta sobre esta técnica que “se realiza en personas que presenten problemas crónicos o severos con la micción, donde la salida natural de la orina se ve afectada, como en casos de obstrucciones uretrales, lesiones uretrales graves, o cuando otros métodos para tratar los problemas urinarios no son efectivos”. “La cirugía se usa para redirigir la orina a través de una nueva apertura en el cuerpo. Se practican incisiones e implica el manejo de tejidos internos, por lo que generalmente requiere de anestesia general y conlleva un proceso de recuperación postoperatoria”, detalla el especialista en uro-oncología y urología reconstructiva.
Por otra parte, la técnica del cabestrillo suburetral (o sling suburetral) es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo como la pérdida de orina al toser, el reír, o realizar actividades físicas.
El Dr. Ignacio Puche comenta sobre este procedimiento que “es común su uso en mujeres que sufren incontinencia por el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico o daño tras el parto, pero también puede realizarse en hombres afectados tras cirugías previas del tracto uretral. Colocamos una malla o banda debajo de la uretra, a través de una incisión que se realiza en la piel del periné (en la vagina en el caso de mujeres)”. Con esto se consigue ofrecer soporte, ayudando a mantener la uretra cerrada durante actividades que aumentan la presión abdominal y, así, evitar la fuga de orina.
La técnica del cabestrillo suburetral es mínimamente invasiva en comparación con cirugías mayores, “aun así sigue siendo una intervención quirúrgica que conlleva riesgos, como cualquier operación, y que requiere un tiempo de recuperación”, advierte el cirujano.
Tras el estudio detallado del caso clínico, el equipo médico de HLA Hospital Universitario Inmaculada concluyó que combinar la perineostomía y la técnica del
cabestrillo suburetral era el camino para resolver la obstrucción al flujo de salida y, al mismo tiempo, la incontinencia. “Que ambos problemas coincidan es algo extremadamente raro y generalmente se soluciona exclusivamente el problema de obstrucción, quedando el paciente incontinente y con pañales. Esta combinación de procedimientos es el verdadero desafío quirúrgico, pues precisa de una laboriosa y compleja reconstrucción urológica, y pocos urólogos manejan de forma precisa ambas técnicas”, asegura el Dr. Ignacio Puche.
La cirugía que realizó el Dr. Puche junto al Dr. Francisco Javier Vicente Prados, también urólogo de HLA Hospital Universitario Inmaculada, duró unas 3 horas y se realizó bajo anestesia general a cargo del doctor Macías, tras lo cual requirió una hospitalización de 3 días.