PATRIMONIO

Tablate: el pueblo abandonado que está viviendo una segunda oportunidad

Un grupo de voluntarios trabajan para levantarlo de las ruinas

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Tablate: el pueblo abandonado que está viviendo una segunda oportunidad

Jorge de la Chica

Granada - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Tablate fue uno de los pueblos más importantes de La Alpujarra. Su ubicación, junto en la entrada de esta comarca que se extiende entre las provincias de Granada y Almería, lo convirtió en un lugar de paso obligatorio para los que desde el Camino Real se adentraba en un lugar de gran trascendencia histórica. Nunca fue un municipio muy poblado, pero por su posición estratégica se llego a construir en él una muralla, un torreón defensivo durante el tiempo de la dinastía nazarí y más tarde un cuartel de la Guardia Civil. Tuvo también su Iglesia, con artesonado mudéjar y uno de los edificios más importantes de este núcleo urbano. Tuvo su propio ayuntamiento, del que hay documentados que datan del siglo XIX y del que dependía la población de Ízbor.

Durante el siglo XX fue perdiendo población y en la década de los noventa lo abandonaron sus últimos pobladores. Además de su importancia como lugar de paso obligado para quienes se dirigían a La Alpujarra, disponía de una serie de fincas agrícolas de notable interés en las que uno de los principales cultivos eran los olivos. Incluso tuvo su propio molino para la obtención de aceite.

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Asociación Tablate Histórico

El pasado mes de octubre se creó una asociación presidida por Iván Guardiola, que se sentía especialmente vinculado a Tablate al haber sido lugar de residencia de su bisabuelo y abuelo. Junto con personas interesadas en su conservación, muchos de ellos propietarios de las casa que a duras penas se mantienen en pie, crearon la Asociación Tablate Histórico. Desde entonces, cada fin de semana acuden al lugar para contribuir a su rehabilitación. El principal empeño hasta la fecha ha sido limpiar de matorrales las tres calles de pequeño pueblo.

Guardiola ha adquirido la Iglesia y el cementerio Pretende dedicar el edificio a sede de la asociación. Han encargado una de Santiago Apóstol, patrón de Tablate, que esperan poder sacar en procesión el próximo 25 de julio.

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Monumentos

Son varios los monumentos de los que dispone del pueblo. La muralla, el torreón y el cementerio están declarados BIC y se ha iniciado el expediente para que adopte el miso carácter la Iglesia, edificada sobre una antigua mezquita y cuya campanario puede estar cimentado sobre el antiguo alminar, disponiendo además de una cripta y coro. Llama la atención su artesonado mudéjar y restos de pinturas murales en sus paredes.

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Vandalismo

Uno de los lugares de mayor interés de Tablate, su molino de aceite, ha sido víctima del vandalismo. Recientemente han desaparecido las piedras de la maquinaria, que eran de grandes proporciones. También está sufriendo deterioro su antiguo horno de pan. Gran parte del lugar ha sufrido vandalismo, aunque la creación de esta asociación abre un camino para la esperanza en el futuro.

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Futuro

La intención es volverlo a convertir en un lugar habitado y que deje de aparecer con un espacio en gran parte ruinoso. El futuro está por escribir. Los miembros de la Asociación Tablate Histórico trabajan sin ningún tipo de apoyo económico, pero de común acuerdo con el Ayuntamiento de Pinos del Valle al que pertenece actualmente este pueblo que puede pasar de un paraje desahitado, a un espacio especialmente atractivo en el límite entre La Alpujarra y el Valle de Lecrín. Muy cerca se encuentra el monumental puente medieval de Tablate y la Ermita de las Angustias construida en el XIX, junto a puente que entonces sustituyó a la centenaria obra de ingeniería, todavía en pie yque es utilizada por los senderistas. Muy cerca se ubica la célebre Venta de las Angustias, que fue citada por Pedro Antonio de Alarcón en su libro La Alpujarra: sesenta leguas a caballo precedidas de seis en diligencia. En sus inmediaciones está Tablate, todavía deshabitado. Hoy llegar aquí no es tan complicado como en el tiempo de Alarcón, pero no se percibe la vida que tuvo en otros siglos y que ahora se pretende recuperar.