Los cinco trucos que debes aplicar si quieres mejorar tu conexión WiFi en casa

En la gran mayoría de los hogares españoles, el trabajo o el ocio está muy ligado a las conexiones de internet y para hacer uso del mismo usamos una conexión WiFi. Sin embargo, esta tecnología tiene un gran número de enemigos naturales que se encuentran en nuestra vivienda como son las propias paredes y techos, algunos dispositivos electrónicos, incluso espejos o elementos metálicos. Para poner remedio a esos problemas de conexión te facilitamos unas sencillas soluciones.

En la mayoría de los casos, el problema en el rendimiento es causado porque el router alcanza sus límites, es decir, que la conexión llega desde un punto que se encuentra bastante distanciado del lugar habitual en el que nos conectamos.

Aunque los milagros no existen, algunos expertos en informática coinciden en estos trucos que resumimos a continuación.

Análisis de cobertura

Para solventar un problema lo primero es analizar dónde puede estar causado y para ello hay que realizar un análisis exhaustivo que nos ofrecen diversos programas informáticos.

Estos softwares -considerados freemiun- despliegan un mapa visual de la red inalámbrica y permite identificar zonas muertas (en color rojo) sin cobertura y donde hay buena recepción (verde) para colocar puntos de acceso.

Las mejores aplicaciones para planificar el trazado de una red son NetSpot, Wifi Analyzer, Ekahau HeatMapper y Fast. Con menos prestaciones pero gratuito, aparecen Acrylic Wifi y WirelessNetView.

Posición del router

Si el Wi-Fi es demasiado lento o la conexión se detiene por completo esto generalmente se debe a un problema de alcance, ya que muchos hogares tienen el router escondido por cuestiones estéticas detrás de un televisor, maceta o mueble.

Una posición central y ligeramente elevada es ideal para su ubicación, por ejemplo, en un estante en el medio de una sala para que la señal se distribuya mejor.

Hay que evitar, en la medida de lo posible, que router no esté bloqueado por otros objetos ubicados frente a él aunque tampoco es mala idea mover algunas de las antenas que trae en sus costados.

Últimos modelos

Si por alguna razón el router deja de funcionar o no enciende sus luces, el nuevo modelo deberá ser compatible con Wi-Fi 5 (Wi-Fi ac) o incluso Wi-Fi 6.

Además, una parte de Wi-Fi 4, la banda de 2,4 GHz, está extremadamente sobrecargada en muchas grandes áreas urbanas. Para recuperar velocidad nuevamente conviene utilizar la banda de 5 GHz que es de menor alcance pero de mayor potencia.

Repetidores

Los principales problemas nacen en una casa grande de grandes distancias, paredes e incluso techso de hormigón entre el router y los dispositivos que uno espera conectar.

Estos obstáculos actúan como un muro para el WiFi que, si bien es cierto no anula la señal, hace que la conexión sea cada vez más lento y, en el peor de los casos, se detenga. Un repetidor Wi-Fi es útil para distancias más cortas, por ejemplo, de una habitación a otra.

Los repetidores constituyen la alternativa más económica para ampliar la cobertura de la red. Lo que hacen es captar la señal y amplificarla para que llegue más lejos siendo dicha señal exactamente la misma que la que envía el router, con el mismo nombre y misma contraseña.

Máximo alcance

Si la distancia es demasiado amplia, el repetidor no será la mejor solución. Para ello existe una, algo más costosa, que son los adaptadores poweline.

Estos dispositivos aprovechan el circuito eléctrico de la casa como un cable de datos largo. .

Estos adaptadores crean un punto de acceso rápido en cualquier toma de corriente. La instalación es extremadamente fácil pues basta con enchufar uno cerca del modem, otro en el lugar donde se quiere llevar la señal y sincronizarlos mediante un botón.