"Camino de la cruz"

por Pedro Rodríguez

Rodri

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

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A las siete de la tarde de ayer el sol descendía por el horizonte de la otra orilla en la ría del Odiel, y dejaba esmaltado el cielo de Huelva de rosa y oro.

A ea misma hora, la calle Mendez Núñez, se convertía en el camino simbólico de Jesús, preparado con esmero, para recorrer y recordar espiritualmente sus pasos y sus caídas hasta llegar al monte Calvario, cargado de la Cruz.

Cien metros de calle con un centenar de sillas cubiertas de tela roja burdeo, ocupadas por cofrades llenos de fe, sentimientos y emoción al poder participar en el Vía Crucis oficial del Consejo de Hermandades.

Presidía el Vía Crucis la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Providencia y a los portadores del Cristo, sobre sus hombros, se les veía en su rostros la alegría y el orgullo de ser “costaleros” del primer paso que sale a la calle en Huelva, desde el inicio de la pandemia.

Las 15 estaciones fueron comentadas, rezados y reflexionadas en dos horas, en un repaso por donde fue Jesús camino del Gólgota.

“A LA OTRA ORILLA”

De ésa manera, en la primera estación, Cristo es condenado a muerte, después es cargado con la cruz, su primera caída, se encuentra con su madre, Simón de Cirené es obligado a cargar la Cruz, la Verónica limpia el rostro de Cristo.

Continúa con la segunda caída, se encuentra con las mujeres de Jerusalén, su tercera caída, Jesus es despojado de las vestiduras, su crucifixión, su muerte en cruz, su cuerpo es bajado de la Cruz.

Después, es colocado en el sepulcro, para terminar con la decimoquinta estación: cuando el Señor resucita y comienza a danzar la esperanza.

Mi felicitación al Consejo por haber sido capaz de organizar un Via Crucis de alto rango, en las actuales circunstancias, y también a la joven “Santa Cruz” quien, con su titular, “Jesus de la Providencia”, de protagonista del Vía Crucis, supo escribir una pagina de oro en su historia como Hermandad, fundada en el año 2000.

Comencé el BD con el atardecer en la ría del Odiel. Un día, al atardecer, a orillas del lago, Jesús dijo a los discípulos: “¡Vayamos a la otra orilla...!”.

Estoy seguro de que, después del Via Crucis de ayer, más de uno estará dispuesto a subirse en la barca y a zarpar con Él, en la fe. ¡BUENOS DÍAS!