"El cielo de San Pedro"

por Pedro Rodríguez

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Anoche,  la cantante Argentina subió al cielo de San Pedro a cantarle a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, entre toques de cornetas y redobles de tambores.  

Con el concierto, la Hermandad  clausuraba el solemne Quinario en medio de una combinación de sentimientos, arte y devoción al titular. 

El templo estaba abarrotado por un publico impaciente por ver y oír a Argentina, una de las mejores saetera de España. 

Por causa de los preparativos, hubo que esperar una hora para escuchar cantar y rezar a la artista onubense: “¡Dijo una voz popular!. ¿Quién me presta una escalera /para subir al madero / Para quitarle los clavos /A Jesús el Nazareno...?

Argentina, apareció entre los músicos de la Banda, elegantemente vestida con traje negro y mantilla, como una devota  espontánea del Jesús de la Pasión que presidía el Concierto.  

Dio tres pasos hacia delante. Se puso delante del micrófono. Miró emocionada a la imagen de Jesús con la cruz a cuesta y le dijo: “Cantar de la tierra mía /Que echa flores /Al Jesús de la agonía / Y es la fe de mis mayores. 

¡Oh!, no eres tú mi cantar /No puedo cantar, ni quiero /A ese Jesús del madero /

Sino el que anduvo en la mar”. 

Vivir es Soñar

A pesar de la sonoridad de la Banda las palabras de Argentina llegaban como flechas de amor al corazón de quienes disfrutaban de la saeta, la música y la religiosidad popular.  

En uno de los momentos cumbres de la noche, cuando Argentina rezaba y cantaba con más arte, sentimiento y clavaba  sus ojos y su voz en el Señor de Pasión (fotos ilustrativas) 

Soñé despierto que “el paso de Nuestro Padre Jesús de Pasión estaba entrando en Madreana. Calle estrecha. A oscuras. Sólo iluminada con la luz de los cirios y candelabros 

En la penumbra, aparecía la sombra de una mujer de pelo largo y voz de oro. El capataz descubrió que era Argentina, e inmediatamente, mandó parar a la cuadrilla de costaleros. Y la voz de Argentina se escuchó en la calle: ¿Quién me presta una escalera...?”.

Dicen que los sueños son verdad mientras duran. Exactamente lo que me ocurrió a mi mientras soñaba despierto. 

Pero, ¿qué es vivir, sino soñar?. ¡BUENAS TARDES!