"Corazón de niño"

por Pedro Rodríguez

Rodri

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El viernes pasado (20-N) se celebró el Día Universal del Niño, instituido por la ONU en 1959.

¿Para que sirve?. Concienciar de los vulnerables que son los niños y niñas ante situaciones de crisis y conflictos.

Para reconocer la labor de personas, profesionales e Instituciones (UNICEF) que trabajan en favor de los niños y niñas.

La Declaración de los Derechos del Niño (ONU) establece los derechos a la vida, la salud, la educación, la vida familiar, la protección, a no estar discriminado y a que se escuchen sus opiniones...

Pese a ello, 385 millones de niños viven en la pobreza extrema, 26 millones no van al colegio. El hecho es que, desgraciadamente, los condiciones de vida y derechos de los niños dependen del país donde vivan. Los niños merecen un futuro mejor.

La misma pandemia ha puesto en peligro los derechos de muchos niños, en la educación, el ocio o la sanidad.

Por culpa del Covid-19, se ven privado de libertad para relacionarse con otros niños (confinamiento).

Con el problema de que cuando las olas pasen, muchos de esos niños habrán crecido, serán casi adolescente...

Por ello, recordarán al coronavirus como el ogro que les ha privado de vivir en plenitud parte de su infancia.

“NO SERÁN NAUFRAGOS”

Ahora bien, el valor y la fuerza de los niño es tan grande que, por más olas que vengan, ellos nunca serán náufragos, sino, más bien, quienes sigan remando por el mar de nuestra vida sacando a flote el ánimo de sus padres, abuelos y familias, repoblando de risas, gritos y alegrías las calles que, muchos días, la amenaza del virus había dejado desierta.

Cuantas niños y niñas no nos han “salvado”, a los mayores, y ni siquiera se lo hemos agradecido. El Día Universal, si lo recordamos todo el año, es el gran espejo donde mirarlos y hacer justicia con ellos.

¿Cómo hacerla?. Para cualquier pregunta que te hagas, te aconsejo que mires a los ojos de los niños, en ellos están escritas las respuestas.

Los ojos de los niños son las puertas que, cada mañana, se abren buscando nuevos horizontes, con el cálido sol de Huelva, y se cierran cada noche, después del atardecer.

En el Día Universal del Niño, anhelamos de corazón que nada, ni nadie, apague el brillo de sus ojos y pueda acabar con el amor del corazón de un niño. . ¡BUENOS DÍAS!