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Esta mañana comienzo a escribir mientras la luz del amanecer se ha colado entre las nubes.
Por un momento he pensado en la primavera más que en el coronavirus. Pero enseguida he bajado a la realidad de la pandemia.
El titulo del BD nace de dos vídeos que me enviaron ayer, y me hicieron reflexionar.
El primero era un mensaje de esperanza de un médico, Miguel Munat, pronunciado ante la cama de un enfermo en estado muy grave. Decía así:
“En este momento tenemos que creer más que nunca. Ayudarnos unos a otros. Ganaremos esta guerra, porque podemos, porque somos mejores de lo que creemos, No dejes que el miedo te coma el terreno...
Si tienes una idea negativa que te agobie, haz que desaparezca. Tienes en ti mismo un manantial de fuerzas que ni tu conoces. Sácala y compártela. Regálamela.¡Te quiero!, aunque no te conozca. ¡No estás solo!”.
Escuchándolo pensé en el nombre propio del “bicho”. Curiosamente lleva delante la palabra corona: “Corona-virus”.
La Corona es el símbolo de la sabiduría, la unidad, el bien, la solidaridad y la generosidad.
Por tanto, tenemos el antídoto del virus delante de sus narices. Y si miramos bien la realidad, hoy, en España hay muchas “coronas”.. Desde el niño pequeño hasta el de cien años, que ha salido curado del hospital.
Corona de España son los médicos y sanitarios que arriesgan su salud cada día para que mantengamos la nuestra.
Corona de España, los casi cien mil contagiados y las ocho mil personas que han muerto sin una mano que la acaricien, ni unos labios que le dieran el 'último beso.
Coronas de España, los millones de españoles confinados, que somos conscientes de que nuestra disciplina salva miles de vidas cada día.
Corona de España son los repartidores de comida a domicilio, el personal que repone los supermercados de alimentos...
Corona de España son las personas que rezan y piden a Dios la ayuda en una situación tan dramática.
Corona, son quienes están haciendo mascarillas o respiradores, de forma altruista.
El segundo mensaje que ayer más me impactó fue el de los Parlamentos europeo y español, enfocando la epidemia desde sus prejuicios ideológicos. Ante la falta de unidad de los representantes de la sociedad me dije: “No sé si ellos son conscientes de que por este camino se terminarán convirtiendo en virus, en lugar de corona.
Acabo de escuchar en la radio algo que también me parece un virus peligroso: “En estos días se está produciendo un incremento de las estafas en la red y de los bulos (noticias falsas) sobre medidas para evitar el contagio que sólo crean confusión y miedo”.
Termino con una pegunta muy fácil ¿Qué prefieres ser.virus o corona? “BUENOS DÍAS”