"Entre la guerra y la paz"

por Pedro Rodríguez

Papa

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

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El Papa Francisco ha culminado un histórico viaje a Irak, donde el cristianismo está cerca de la extinción.

Hace siete años, antes de la guerra, en Irak había dos millones de cristianos y ahora hay sólo doscientos mil.

Los terroristas acabaron con la vida de miles de cristianos y otros consiguieron huir del país, campo a través, con lo puesto.

Francisco ha demostrado su valentía al desafiar la seguridad (decenas de policías lo protegían) y la pandemia para acercarse a las minorías cristianas y tender puentes con el Islam.

La visita del pontífice ha devuelto la esperanza a los perseguidos cristianos de ese país, después de siete años de terror del Estado Islámico.

El viaje nos ha dejado muchos momentos para la historia (imágenes ilustrativas), Por ejemplo, el encuentro con una mujer que le contaba al Papa como perdió a su pequeño de cuatro años en los bombardeos de la guerra, o la charla con el padre del pequeño ahogado, cuya imagen en la orilla de una playa de Turquía nos conmovió, en su día, a todos, ¿te acuerdas?, y dio la vuelta al mundo.

“EPICENTRO DEL DOLOR”

Ha viajado al país donde los cristianos son una minoría perseguida y martirizadas. A esta gente, el Papa les ha llevado el mensaje, el ánimo y el aliento cuando más lo necesitaban.

El Papa Francisco me ha cautivado en su viaje por su forma de conectar con la gente, tan vital y tan cercano, poniendo los pies y el corazón en el epicentro del dolor de un país tan castigado.

No sé a ti, a mi me han conmovido las imágenes de un hombre de 84 años, con las caderas temblorosas y cubierto de medidas de seguridad por la amenaza evidente de un posible ataque armado.

El acto de despedida fue una misa multitudinaria (diez mil personas) en el Estadio Haviri ebrio, capital del Kurdistán iraquí, después de tres días de un viaje histórico, intenso e inolvidable.

En el instante del adiós, una mujer cristiana y emocionada se acercó al Papa Francisco y le dijo: “En este país deberíamos reducir el sonido de las balas y aumentar el sonido de la paz”. ¡BUENOS DÍAS!