"Juntos en el cielo"

por Pedro Rodríguez

Manuel Roig

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

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España avanza en la lucha contra el coronavirus. “Los datos registrados nos permite confirmar que hemos alcanzado el pico de la pandemia. El objetivo de esta semana será doblegarla”- afirmaba el ministro-

Junto a la buena noticia, Salvador Illa advirtió : “Pero seguimos en fase de confinamiento, porque todavía no ha comenzado la desescalada, aunque hayan vuelto al trabajo cinco millones de trabajadores no esenciales...”  

Pero el BD de hoy es para rendir honor y recuerdo a un hombre fallecido el pasado domingo de resurrección, a los 99 años, 

Déjame que te cuente la historia de dos grandes amigos, en la tierra, que ya están juntos en el cielo. 

Me refiero al Cura Paco Girón y a Manolo Roig. El primero fue en la vida “un cura de Dios”, el segundo, el mozo de espada del Litri, un “dios” del toreo en la Huelva de los años 50. 

El cura Girón, si viviera, habría celebrado ayer los 57 años de su ordenación, pero lo habrá festejado en las marismas azules, donde lleva once años y que, por su bondad, servicio a los más vulnerables (enfermos) y amor universal,  ya está en la primera fase de proclamación como Santo de la Iglesia. 

Manuel Roig subió al cielo el diomingo, después de haber organizado con el cura, numerosos Festivales Taurinos en Higuera de la Sierra, junto a Miguel Báez “Litri” y el inolvidable, Pedro Macias.   

“ME GUSTA CUANDO CALLAS”

¡Qué bien le ha debido venir al “Niño de la Isla” encontrarse a don Francisco -como el le llamaba- en las mismas puertas del cielo!. 

Porque, Manolo Roig era un hombre tímido, muy callado. Pero su silencio era la palabra  de oro en un caballero, un señor de la vida, educado, correcto, al que se le podía decir: ¡Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde dentro...!. 

Manolo Roig, que se quedó en la puerta de ser matador de toros por culpa de una grave cogida, siendo novillero de relieve, decidió seguir en el mundo del toro  como “”Alter Ego” del Litri, su mozo de espada. 

Una figura desconocida pero imprescindible, pues es la persona más identificada con los pensamientos y opiniones del diestro. 

Manolo, ejerció de consejero, psicólogo, eligía los trajes, vestidor, limpió los estoques, organizó los viajes y hasta preparaba la capilla con las estampas de más devoción del torero...

Esta son algunas pinceladas de mi querido, Manolo Roig, quien a partir de ahora será el mozo de espada de un “torero de Dios”, su amigo del alma, el cura Paco Girón. ¡BUENOS DÍAS!