"Las huellas de una mujer"

por Pedro Rodríguez

Pedro Rodríguez González

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“La vida no cuenta los pasos que has dado, ni los zapatos que has usado, sino las huellas que has dejado...”.

Otilia Castaño, dio muchos pasos (y grandes) en su vida. Calzó zapatos bonitos. Dejó sus huellas en el corazón y en la mente de miles y miles de estudiantes de enfermería.

A Otilia, fundadora y ex-Decano de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Huelva, se le fue la vida hace unos días.

En navidades nos la encontramos en el paseo de la ría del Odiel, acompañada de su marido y de sus hijos. Era consciente de su extrema gravedad, pero no quería morirse: “Pepe y estos niños me necesitan...”.

Hablaba serena, en un tono de voz baja, con la sonrisa especial de alguien que, sabiendo su porvenir, nos abría las puertas y ventanas de su corazón, diciéndonos: “Entrar, esta es vuestra casa...”.

“INYECCIÓN DE ESPERANZA”

Otilia, ya tiene un lugar reservado en las marismas eternas por haber sido una mujer excepcional. Luchó como una heroína contra su cruel enfermedad.

Ha sido una lástima que, después de tanto tiempo enferma, haya fallecido en tiempo del Covid, sin poder recibir el adiós que se merecía en el mundo de la Universidad y de la enfermería.

Quizá la única recompensa, que le puede quedar a la familia, sea la simultaneidad de su fallecimiento (día y hora) con la concesión del Premio Princesa de Asturias a los sanitarios (médicos y enfermeras) que lucharon en primera linea, como héroes, contra el Covid-19.

Otilia reunía características personales y valores humanos similares de los sanitarios galardonados.

Los enfermeras y enfermeros, que recibieron sus clases en la Universidad como una inyección de esperanza, recordaran siempre las huellas de una mujer excepcional.

¡BUENOS DÍAS!