"No llores por mi ..."

por Pedro Rodríguez

Rodri

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

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“Sobrinita: cuando me muera no lloréis por mi. Tocar las palmas...”. Tia Lela falleció el jueves pasado, día 12 de Agosto, en Punta Umbria, con 107 años de edad.

Interrumpo las vacaciones literarias para daros la noticia de la muerte de una mujer centenaria quien, por lo que aquí he contado de su carácter y personalidad, formaba parte de nuestra familia de Facebook.

Dicen que la muerte es lo único seguro de la vida. Pero, aún con esa certeza, nos cuesta asimilar el final de la “eterna” Tia Lela. Le llegó la hora. Sin sufrir. Tranquila. En paz. Cómo ella merecía.

Al ocurrir el desenlace, las lagrimas bañaron nuestros rostros. La Tia Lela significaba mucho en nuestras vidas, especialmente en la de Carmen (mi mujer), su “sobrinita”, su ángel de la guarda. A quien tanto quería...

Desde su muerte, hace seis días, no pasa un momento que no esté en nuestras mentes. No la olvidamos.

Ayer, Eva, una de las personas que la cuidaron y mimaron con mucho cariño, me confesaba que no se atreve a entrar en la habitación. ¡Son tantos años con ella dentro...!”.

¿Qué fue lo último que le escuchaste?: -le pregunto- “Decir con voz muy suave: “Mamá espérame en el cielo...”.

“ÚNICA E IRREPETIBLE”

A toda la familia nos pasa lo mismo. Aunque no la vemos, su recuerdo vive en nuestros corazones y en nuestra memoria.

Para nosotros, la Tia Lela no ha muerto. Sólo se ha ido al cielo, donde, según mi nieta Manuela (con seis años y gran amiga suya) estará pasándolo muy bien, tomando “Gin -Tónic”...

Ha muerto en la playa de Punta Umbria, y quizá, por ello, en su restringido funeral, por causa del Covid, cantamos emocionados: “ Señor, le has mirado a sus ojos /Sonriendo, has dicho su nombre /En la arena ha dejado su barca. Junto a ti, buscará otro mar...”

Para cumplir su deseo: “No lloréis por mi. Tocar palmas...”-expresado a su “sobrinita”- todos los presentes tocamos las palmas acompañando la preciosa canción de “Brotes de Olivo”: ¡Aleluya cantará. Quién perdió la esperanza. Y la tierra sonreirá. Aleluya...!

La emoción final lo puso Pay con la Salve Rociera: “Olé, Olé, Olé...Dios te salve Maria, todo el pueblo te adora y repite a porfía: ¡Cómo tú no hay otro igual...!”.

Así era la Tia Lela, mientras vivió 107 años con nosotros. ¡Única e irrepetible!.

”BUENOS DÍAS”