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El gobierno andaluz declaró ayer al fandango de Huelva: “Bien de Interés Cultural de Andalucia”.
El titulo oficial reconoce el valor inmenso de una de las tres señas de identidad históricas de la provincia de Huelva: cuna de América, cuna del futbol y cuna del fandango,
El reconocimiento del fandango como un BIC podría compensar la crisis de los otros dos pilares de nuestra historia.
Por un lado, estatuas y monumentos de personajes relacionados con el Descubrimiento de América (Cristobal Colón) están sufriendo ataques vandálicos por fanáticos, cargados de odio.
Por otro, el fútbol ha vuelto sin publico y sin el Recre, club más antiguo del futbol español, por encontrarse en segunda B.
La referencia más antigua al fandango de Huelva, se remonta a 1734 (XVIII). Desde el principio se convirtió en eje vertebrado de los rituales festivos en la provincia.
El fandango nace en Alosno. ”Fandango, ¿dónde has nacío/ que tó el mundo te conoce?/ Yo nací en un rinconcillo/ que Alosno lleva por nombre/ dónde le dan el dedillo.”
Después se expande por todas las comarcas. Y en cada pueblo exhiben con orgullo su propia variedad de fandango:
“EL FANDANGO, BIEN CULTURAL”
En la comarca del Andévalo nos encontramos en el Cerro, donde el fandango se baila a la vez que se canta: “¡Viva el Cerro que es mi tierra, San Benito es mi patrón. Viva la gente del Cerro, porque Carreño soy yo...”
En Calañas escucharás cantar: “Calañas ya no es calañas /qué es un segundo Madrid/ ¿Quién no ha visto por Calañas pasar el ferrocarril?
En Cabeza Rubias tienen los pactos comunes... Y un fandango que dice: “Tengo el cristal de mis ojos/ triste de tanto llorar/ he perdido la alegría/ no la puedo recobrar/ por qué te conocería...”
¿Y en Valverde? Aquí, para saber cantar el fandango hay que ser del pueblo: “”El fandango de Valverde/ lo sabe cantar cualquiera/ pero darle su dedillo/ no se lo da España entera/ porque es muy difícilillo”.
Si subimos a la sierra atravesamos las Minas de Riotino con algún estilo de fandango diferenciado, lo mismo en Zalamea la Real
Si subimos a la sierra. En Almonaster, escuchamos los conocidos fandangos: “Santa Eulalia de mi vida/ santa de mi devoción/ dame salud ,santa mia/ para ir a tus función/lo que me queda de vía.”
Y más arriba, en Encinasola, pequeño, histórico y divertido, también tienen su fandango: “La Virgen de Flores dice: no quiere ser portuguesa/ soy marosa y andaluza/ de los pies a la cabeza”.
Asi, desde una esquina a otra de la provincia, son muchas generaciones las que han cantado los distintos estilos y variedades.
En los años setenta del siglo XX el fandango se hizo grande en la voz de Paco Toronjo (el Rey) y otros tantos, como el propio Camarón.
El BD de hoy no es un comentario cualquiera. Es un fandango valiente y agradecido a la declaración del mismo por el gobierno andaluz de Bien de Interés Cultural.
Es un fandango valiente que nadie podrá callar, ni tampoco apagar mi grito: ¡VIVA HUELVA Y SU FANDANGO!.
“BUENOS DÍAS”