Pedro Rodriguez
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“Usted, se llama Vicente, ¿verdad?. Yo me llamo Jorge. Más conocido por Francisco...”. Con esta sencillez se inició la conversación entre el Pontífice de Roma y el “profeta” onubense, Vicente Morales.
Quien ha tomado café dos con el Papa, en la Casa Marta, donde vive Francisco, alejado de las pompas del Vaticano.
Vicente: ¿Qué te pareció el Papa?. “Una persona muy humilde, muy sencilla, que escuchaba con mucha atención todo lo que le decía...No parecía que era el que era...”
¿Le hablaste de Huelva?. Si. Le conté nuestra aventura y experiencia de Dios, que comenzó con el nacimiento del grupo musical “Brotes de Olivo”. ¿Te acuerdas, Pedro?”. ¡Claro!.
El primer concierto de las niños fue en la Caja de Ahorro, organizado por Radio Popular. Una semana antes pensamos proyectar fotos relacionadas con el mensaje de las canciones, mientras cantaban.
Las imágenes las tuvimos que improvisar, recurriendo a la ternura de mi mujer, mientras besaba y acariciaba a nuestro primer hijo, recién nacido, y a algunos paisajes rurales del Conquero.
De esto, hace 47 años. Fue la fe de una familia, de trece hijos, quien la iluminó a comenzar un proyecto musical, ampliado, después, con la creación de la comunidad de “Pueblo de Dios” (Beas), y posteriores ramificaciones por todo el mundo. Es decir, con un destino universal.
Quizás, hayan sido todas estas experiencias lo que haya llevado al Papa Francisco a hablar personalmente con un “hombre de Dios”.
Vicente Morales, un hombre sencillo y humilde, que vive en Huelva (Barriada de la Orden), y que se ha sentado con Francisco a ofrecerle, en su nombre y en el de muchos otros, su disponibilidad para trabajar en la unidad de la Iglesia, con el fin de conseguir una mayor comunión y unidad de los distintos grupos y carismas que la forman.
La imagen del encuentro nos muestra a dos hombres de la misma edad (82 años), con sus rostros cansados y la humildad reflejada en el interior y exterior de sus cuerpos.
Y aunque el Papa, en la foto de aficionado, haya salido con la mirada algo baja. El mismo Jorge Bergoglio nos dice que: “la humildad no es ir con la cabeza baja, esa pret-a-porter (fingida), que no salva. La humildad debe ser el estilo de vida del cristiano...”
Esa ha sido la principal seña de identidad de la familia Morales. El estilo de vida de Vicente, su santa mujer Rosi y trece hijos, quienes han grabado 20 discos y dado conciertos por todo el planeta.
Medio siglo después, las “brotes del olivo” han llegado a su plenitud, en el humilde y entrañable encuentro de Francisco y Vicente.