Que llueva, que llueva…

"La reserva de agua de los embalses andaluces ha bajado del 30% de su capacidad, con lo que el suministro de agua potable no podrá garantizarse a a medio plazo"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La prolongada falta de lluvias en toda Andalucía, y muy especialmente en toda la zona de la Cuenca del Guadalquivir, está causando en nuestra tierra una situación de grave sequía, que desde luego debería encontrarse ya entra nuestras primeras preocupaciones.

Según los datos de estos últimos días, la reserva de agua de los embalses andaluces, ha bajado del 30% de su capacidad, con lo que el suministro de agua potable, no podrá garantizarse a medio plazo.

Ante esta situación, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se reúne esta semana, para proponer nuevas restricciones al uso del agua. Y en el Campo de Gibraltar, la Mancomunidad de Municipios, ha fijado ya la fecha del 18 de abril, si siguiera sin llover hasta ese día, para que entren en vigor las primeras restricciones, que empezarían por reducir la presión del agua en los domicilios, limitar el agua para los riegos en el campo, o prohibir el llenado de las piscinas, entre otras.

Y esto es lo que nos espera, si Dios no lo remedia y las lluvias siguen sin llegar a nuestra tierra. Es una pena ver cómo están de secas las tierras de nuestros campos, que más pareciera que estemos en agosto, que en febrero, con las gravísimas consecuencias que esta sequía conlleva para los cultivos. Pero también se echa de menos el fresco olor de la lluvia, en nuestros pueblos y ciudades, y sentir cómo el agua que cae del cielo, refresca y limpia el ambiente de nuestras calles.

No paro de recordar en estos días, cuando ya la situación resulta de lo más preocupante, la única ocasión que me tocó vivir con restricciones de agua, creo que era a mediados de los años noventa, cuando encontrándome en Sevilla estudiando en la universidad, sufrimos estas restricciones en nuestras casas, pues llegaron y de lleno, a afectar al consumo humano. Recuerdo que sólo disponíamos de unas ocho horas agua al día, desde primeras horas de la mañana, hasta media tarde, cuando se cortaba el suministro; era incomodísimo vivir así, sabiendo que desde media tarde, toda la noche y hasta la mañana siguiente, no teníamos agua en casa. Y recuerdo la cantidad de viajes con garrafas y bidones llenos de agua, que tenía que llevar continuamente al piso en el que vivía, para poder atender así, las necesidades más básicas. Cuando alguna vez le he contado ésto a mis hijas, con lo que tardan en ducharse y las horas en que lo hacen, se echan las manos a la cabeza y parece como si no me creyeran, como si eso no hubiera ocurrido o no pudiera volver a ocurrir. La verdad, que viví aquello como una pesadilla, que no quisiera volver a repetir… pero mucho me temo, que si no empieza a llover, mucho y pronto, acabaremos viéndonos así…

Para poner un toque de humor a la situación (que desde luego no tiene ninguna gracia), ahora ya estamos con la guasa, de que después de todo lo que llevamos pasado, y con las ganas que tenemos, va a caer lo más grande para Semana Santa o el Rocío; el otro día vi un twist, con el que no pude evitar reirme, que decía. “Por favor, no vayáis a suspender la Semana Santa, que hace mucha falta que llueva”. Manda h….!

En fin, bromas aparte, la situación es ésta y es grave. En Almonte, llevamos ya mucho tiempo pidiendo a la Virgen del Rocío, casi todas las noches en la Salve, que nos mande el regalo de la lluvia. En la archidiócesis de Sevilla, acaban de aprobarse unas rogativas por la lluvia, para que se rece en todas sus parroquias. Creo que es lo único que está en nuestras manos hacer, rezar mucho y pedir al Señor para que llueva, pidiendo la intercesión de su Madre, la Virgen María. Bien podríamos ya ponernos a ello, rezar mucho para que llueva, y todas nuestras hermandades y cofradías, nuestras parroquias, etc… tendríamos que hacer rogativas sin parar, para que el Señor nos mande el Rocío de la lluvia. Porque como siga sin llover, nos vamos a enterar….