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¿Por qué os vais...?. Le pregunté, a Kiko Naranjo, en la puerta cuando despedía a quienes habían estado media hora escuchándole. “Porque lo han decidido los superiores...”. ¿No te da pena?. “Mucha”,
¿Cuánto tiempo lleváis en Huelva? “90 años” -hablo con Kico Naranjo, superior de los Jesuitas de Huelva-
Hoy, a las siete de la tarde, celebran la última misa en la iglesia de los Jesuitas de la capital.
El templo pasará a ser gestionada por la Parroquia Mayor de San Pedro, en cuya demarcación geográfica se haya.
El templo no cierra sus puertas cambian los servidores del culto y la palabra, con el sacerdote José Arturo Dominguez a la cabeza.
En la breve conversación que sostenía con el superior me refería a la gran influencia que los Jesuitas ejercieron en la juventud onubense en la década de los 50 y 60, en los campos de la acción religiosa, social y educativa, con el irrepetible Padre Laraña.
Asimismo, le mencioné mi amistad con los padres Medina, Castro Merello, Villoslada...Especialmente con Gerardo Bravo, superior de la comunidad a finales de los años 60, un hombre de una simpatía arrolladora, muy inteligente y con una profunda vida espiritual (especialista en los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola)
El día antes de mi boda, le comenté al padre Bravo las dificultades que teníamos en casa para acoger a mis familiares llegados de Badajoz. ( sin tantos hoteles para elegir como ahora).
El genial Padre Bravo me resolvió el problema: “Te vienes a casa y duermes allí”. Así hice. La noche anterior a mi boda dormí en una habitación de la sede de los Jesuitas, que hoy se machan de Huelva.
Cómo han cambiado los tiempos, ¿verdad?. En aquellos años (1965), la Compañía de Jesús alcanzaba su mayor expresión numérica (36.000 miembros), hoy son sólo 13.000 sacerdotes, en el mundo.
Los datos señalan como hasta una Orden, fundada hace 500 años. Repleta de santos, teólogos, científicos, artistas y pedagogos (el Papa Francisco es jesuita). También sufre en sus “carnes” la aguda crisis de vocaciones y practicas religiosas.
Los Jesuitas se van hoy de la Iglesia de San Francisco. Cierran su comunidad. Pero no se ausentan del todo.
Permanecerán en el Colegio de Funcadia y en acciones sociales como el grupo Scout Saltés y el Comedor “Virgen de la Cinta”.
De los jesuitas se dice que “tienen la virtud de no abandonar jamás ni a sus enemigos ni a sus amigos”.
En Huelva somos amigos, ¿verdad?. “BUENOS DÍAS”.