Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La historia, a lo mejor, la conoces. El Gran Circo Europa estaba de gira en Punta Umbria cuando se decretó el Estado de Alarma en España.
Ese día, apagaron las luces del mayor espectáculo del mundo, el circo se convirtió en la nada y los trajes comenzaron a perder el colorido.
En ese mismo momento, los 20 artistas circenses, miembros de cuatro familias, pasaron de la risa a la tragedia.
Los circos no pasan por un buen momento, ¿verdad?. - le preguntaba ayer tarde a Israel Elich, hijo del dueño-. “Están en crisis”. ¿Por qué?. “Desde que nos prohibieron exhibir animales...”
Entonces, ¿cinco meses parados en Punta Umbria os habrá dado la puntilla? ”Pues claro. Vivimos de las funciones. Y estando confinados, sin hacer taquillas, es una ruina...”
¿Y cómo habéis sobrevivido?. “ Pedimos ayuda a la gente del pueblo y en seguida se volcaron con nosotros...”
¿Cómo ha sido?. “De muchas formas. A veces venían niños a traernos cosas y sólo con el gesto nos saltaban las lagrimas. ¡Qué bonito era...!.
¿Y los pescadores?. “Se han volcado con nosotros. Todos los días aparecía algún marinero, o de la misma lonja, para traernos pescado...”
¿Y el pan? . “Nunca nos ha faltado un trozo de pan para comer. La panadería Del Rio nos ha abastecido de pan los cinco meses...”
Israel, me seguía nombrando asociaciones del pueblo muy solidarias con ellos, como Caritas, ofreciéndole no sólo ayuda material, sino también acompañamiento emocional.
Me decía el portavoz de las familias del Circo Europa que estaban tan impresionados por las ayudas y las muestras de cariño recibida que el sábado dedicarán una función gratuita para los niños de Punta Umbria.
En el circo siempre existe la esperanza de que algo peligroso puede suceder. Pero lo del sábado será distinto.
Malabaristas, equilibristas, cantantes, mujer láser, payasos...darán lo mejor de si mismo para que tan solidario pueblo disfrute del mayor espectáculo del mundo.
Me gustaría asistir. Pues será la función más humana que el Circo Europa ofrezca en su muy larga historia.
Israel me afirmaba, que al no haber animales, lo que más le gustaba a los pequeños era los cantajuegos y los payasos.
A mi también. Cuando mis padres me llevaban al circo de pequeño y cuando, ahora, llevo a mis nietos, me ocurre siempre lo mismo.
Admiro un salto mortal, aplaudo los juegos de mano, o juegos malabares con aros o pelotas
Envidio a los equilibristas, o vuelan por el aire, pero al final me voy queriendo a quien me ha hecho reír. El de la pelotilla roja en la nariz y un par de zapatos desmesurados. El más humano del circo.
El sábado, la pista del Circo Europa se convertirá en un rincón del paraíso en el que los payasos entrarán para hacer reír y olvidar al público las desgracias del coronavirus y las desdichas de ellos mismos.
Las veinte personas, de cuatro familias, atrapadas por sorpresa en su circo, han inventado dar las gracias a quienes les han ayudado, como mejor saben hacerlo, en una función especial entre la risa y la tragedia. ¡BUENOS DÍAS!