BUENOS DIAS COPE

"Laberinto de Magia"

por Pedro Rodríguez

Pedro Rodriguez

Pedro Rodríguez González

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

“LABERINTO DE MAGIA”

A las once de la mañana, me acerqué a saludar a mi amigo, Manuel Jesús Soriano, a su librería “La Dama Culta”. Enseguida le propuse, como siempre hago, sentarnos a hablar en el tresillo central del virtuoso espacio.

Hablamos de su última novela “La Persiana Rota”, en homenaje a su madre, y del grupo “Ayúdanos a Ayudar”, formado por “gente buena” que colaboran en el Hospital de Huelva y con la Asociación de Sevilla: “Por la Sonrisa de un Niño”.

Manuel Jesús se emocionaba explicándome con lo poco que se puede hacer feliz a niños que luchan entre la vida y la muerte, ajenos al mundo artificial en el que nos movemos los mayores.

Y cuando estaba a punto de caérsele dos lagrimas, llegó a la Libreria el periodista y escritor, Emilio Marin. Venía a hablar de su “libro”.

Fue el reencuentro con un viejo compañero del periodismo, que acaba de publicar una nueva novela: “El Secreto del Limonero”, Emilio me contó que la historia que cuenta está relacionada con Huelva, y no la quiero adelantar para que compres y leas el libro.

Después apareció por allí, Manuel Garcia Quintana, un verdadero artista de la fotografía, y también se sentó en el tresillo.

“EL TRESILLO DE LA DAMA”

“Pedro, tu padre fue una persona clave en mi afición fotográfica, pues, un día, cuando yo tenía catorce años, me dijo: “Las fotos que haces son regulares, pero tienes muy buen ojo, o sea, encuadras muy bien. ¡No dejes nunca esta afición!”

Estas palabras de mi buen padre eran, para mi, un motivo de alegría. Manolo, prosiguió: “Aquí estoy, Pedro, con miles de fotografías “callejeras”, en las que predomina la luz y el encuadre original, el ambiente de la ciudad y los rostros humanos, soñando con hacer un día una completa exposición...”

Miré el movil. Llevaba una hora de “tertulia”. Y te confieso que, entre frase y frase, mi mirada recorria, con disimulo, las estanterías cubiertas de libros, oliendo a papel, creatividad y magia.

En el recorrido, me asaltó la curiosidad de saber dónde podía estar mi último libro, a sabiendas de las dificultades para encontrarlo, dentro del laberinto de magia de una librería poblada por miles de libros.

A las doce y un minuto me levanté. Mi mujer me había llamado. ¿Qué tendrá el tresillo de “La Dama Culta”...? -me preguntaba-. “¡Ah!, Pedro, ¿no te importa que te haga una fotografía?”. No, ni mucho menos. (Imagen ilustrativa) A punto de salir, a sólo un metro de la puerta, miré a un lado y vi mi libro asomarse tímidamente en el extremo de una estantería.

Lo reconocí por los colores de la portada, donde aparece mi foto con la luz del atardecer de Huelva y el titulo del libro: “BUENOS DÍAS, HUELVA”.

Me acerqué hasta él y acaricié la palabra HUELVA con las yemas de los dedos, exclamando en silencio:  ¡La palabra es la luz de la humanidad, la luz es la palabra de la naturaleza y Huelva es la diosa de la Luz!    “BUENOS DÍAS”