Llega La Candelaria y anticipa lo que vendrá después

Este próximo fin de semana, celebraremos la Fiesta de la Luz o la Candelaria. Será en Almonte, donde continúa la Virgen del Rocío, desde agosto de 2019 y aunque no podremos hacerlo todavía en condiciones de completa normalidad, sí será lo más parecido a lo que siempre habíamos conocido. La Candelaria es ya una de las más importantes celebraciones dentro del calendario rociero, y una de las más entrañables y familiares, pues es ahora cuando los padres presentan a sus hijos pequeños a la Virgen, dando así continuidad a esta devoción, generación tras generación.

Esperamos con ilusión participar del rezo del Santo Rosario, que ya este año sí podremos hacerlo cantado, en procesión por las calles del pueblo, presidido por el Simpecado de la Hermandad Matriz, iluminado por las velas y bengalas. Tras el Rosario, en la misma noche del sábado, participaremos en la Vigilia Eucarística y Mariana ante la Virgen, para concluir los cultos programados por la Hermandad Matriz, en la mañana del domingo, con la Eucaristía ante la Virgen y la presentación de los niños (aunque todavía con un formato limitado por las circunstancias).

El pasado fin de semana, fue la primera gran concentración multitudinaria en la aldea del Rocío, tras la pandemia, con ocasión de la peregrinación de las Hermandades de Triana, Pilas, Villanueva del Ariscal y Gibraleón. Y frente a la ejemplar organización llevada a cabo por las hermandades, de forma ajena a las mismas, como dato negativo hemos de lamentar como en años anteriores, el desembarco en la aldea de miles de personas, venidas de todos los lugares de España, la mayoría de ellas sin vinculación con ninguna Hermandad ni con el movimiento rociero, que no saben ni donde están ni a lo que vienen, pero que han hecho de esa fecha, ocasión para concentrarse en el Rocío, como quien va a una exposición o a un festival, del caballo, de la juerga o de lo que sea que vengan buscando, con el agravante además, de que este año ni siquiera la Virgen estaba en su Santuario, lo que prueba lo poco o nada que a esos les importa la devoción. Quizás no seamos conscientes del mucho daño que eso hace a la devoción rociera y de las consecuencias que pueda tener a medio o largo plazo. Pero antes o después, más bien pronto que tarde, todos los que nos sentimos concernidos por esta situación, tendremos que afrontarlo y tomar las medidas oportunas.

Pero volvamos a lo positivo. Sin duda el ambiente se está animando, y la gente tiene ganas de Rocío. Tras la Candelaria, éste próximo fin de semana, la Hermandad Matriz ha convocado a todas las Hermandades a las Asambleas comarcales, con el firme propósito de preparar la Romería ya este año. En marzo, tendremos días grandes de peregrinaciones, con las Hermandades más antiguas y señeras de nuestra provincia, como La Palma, Moguer o Huelva.

Pasada la Semana Santa, que también parece que podremos vivirla con normalidad, las Hermandades del Rocío, empezarán con sus cultos, triduos, novenas, con los preparativos de sus caminos, etc… Todas las Hermandades trabajan ilusionadas en la misma dirección y con el mismo objetivo.

Hemos entrado ya en un círculo virtuoso, que todos confiamos esperanzados en que no tenga vuelta atrás. En Almonte, contamos los días para disfrutar de todo lo que nos espera en los meses de mayo y junio, y ninguno queremos pensar en que haya vuelta atrás. Tras el camino de vuelta, la Virgen volverá D.m. a su Santuario, a su lugar natural, y podremos disfrutar de lo que perdimos en estos dos largos años, y especialmente, de nuestra Romería del Rocío, del encuentro con la Virgen, en su Fiesta grande de Pentecostés, junto a nuestras familias, amigos y con todos los hermanos y devotos de María Stsma. del Rocío. En Sus manos lo ponemos.