"Medalla de Campeón"

"Medalla de Campeón"

Ayer, por la tarde, cuando había problemas con Internet, Ildefonso Cana, me enviaba desde Málaga, un triste mensaje: “¡Hola, Pedro!. Ha fallecido nuestro Paco, el de Pérez Cubillas, el que estaba, como yo, en una silla de ruedas. Sé que eras amigo de él y, por eso, quería que lo supieras...” 

Ciertamente, Paco era mi amigo. Compartimos las noches de mis cinco victorias electorales. Los baños en la fuente de los ascensos del Recreativo a primera división. Las procesiones de Semana Santa, desde la Gran Vía. La salida de las Hermandades del Rocio...

A pesar de ir en silla de rueda, él siempre estaba presente en todo lo nuestro, motivado por el espíritu del onubensismo. 

Su esfuerzo físico por estar en los acontecimientos de la ciudad era admirable. 

El sabía que cada amanecer (hoy ya ha sido) comenzamos una carrera, saliendo en pelotón. Pero que al poco tiempo los más fuertes empiezan a tomar la delantera, y los más débiles a rezagarse. 

Paco Expósito no era el corredor más veloz, en realidad era de los más lentos, pero, no por eso, dejaba de avanzar en su silla, hasta llegar a la meta, aunque lo hiciera sudando y agotado. 

"Corazón Choquero"

 Su amor apasionado por el Recre, decano del fútbol español, el fervor al Cristo de la Sentencia, y el cariño profundo a Huelva, constituían para él  tres razones para seguir adelántate en la carrera de la  vida, aunque se viera obligado a ir entre los rezagados. 

Viendo el colosal esfuerzo que continuamente hacía, empujando las ruedas de su silla, aprendí cómo se puede competir con uno mismo, teniendo la visión clara del por qué uno corre en esta vida. 

Él no lo hacía para derrotar a nadie (pues su parálisis no se lo permitía), sino para superarse a si mismo (voluntad, esfuerzo y sacrificio). 

Por la mañana, cuando Paco salía de su casa, del barrio de Perez Cubillas, la única marca que se proponía batir era la suya. La entrega total a Huelva de su corazón choquero.  

“Pedro, tú amigo Paco, el de la silla de rueda, como yo, murió ayer. El entierro es mañana (hoy) a las cuatro” (Ildefonso Cana). 

Mi gran amigo, Paco (foto ilustrativa), ha terminado la carrera de su vida, llegando a la meta de las Marismas del cielo. 

Por su méritos personales y su amor a Huelva, seguro que lo habrán recibido entregándole la medalla de un campeón. ¡Qué contento se habrá puesto!. 

¡Buenas Tardes!