Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Ayer, Domingo, estaba con Carmen, mi mujer, sentado en la orilla del mar, a cinco metros del agua, escuchando con fascinación el rumor de las olas batiendo en la orilla.
Ante la imponente belleza, los dos nos hacíamos la pregunta: “¿Qué es el mar?” Y empezamos a buscar adjetivos calificativos: Azul. Verde. Gris. Frio. Tibio. Tranquilo. Furioso. Salado. Hermoso. Es vida...
El mar es tan inmenso y misterioso que nos faltaban adjetivos para definirlo. Y más aún cuando los dos disfrutábamos de la presencia del mar, sin niños (colegios) ni mayores...
Sin embargo, el bienestar que teníamos ante tanta belleza no nos libraba de la melancolía, al recordar los momentos vividos en la playa, durante el verano.
“SEDUCIDOS POR EL MAR”
Abrí el móvil y me puse a hacer fotos del espectáculo que contemplábamos Para poder ilustrar este BD.
El agua estaba brava, porque había “mar de fondo”. Las olas, a cuerpo limpio, morían en la arena, mientras otras ocupaban su sitio.
El día empezó a nublarse. Saltó el suave viento del mediodía. Pero, a pesar de ello, nos entramos en el agua a nadar, como una forma de abrazar el mar y agradecerle los favores de su grandeza.
¿Sabía el mar de nuestras intenciones?. Tampoco sé si sabía que era domingo y hoy, lunes, comienzan los colegios.
Pero, de lo que si tengo certeza es que los niños soñarán muchos días con sus vivencias del verano.
El próximo año regresaremos a la playa, seducidos por la fantasía que supone luchar con las olas a cuerpo limpio, y volvernos a preguntar:: ¿Qué es el mar...?.
“BUENOS DÍAS”