La ciberseguridad también preocupa a las instituciones religiosas

La ciberseguridad en el entorno eclesiástico se ha vuelto una prioridad creciente debido a la digitalización de muchas de sus actividades y la vulnerabilidad a la que están expuestas instituciones como conventos, colegios y residencias.

Aunque estas organizaciones realizan principalmente labores sociales y religiosas, no están exentas de sufrir ataques cibernéticos, lo que pone en riesgo datos sensibles y sistemas informáticos. Según Javier Montero, director comercial de UMAS, uno de los principales peligros es el error humano, ya que muchos fraudes se realizan a través de correos electrónicos o mensajes que engañan a los usuarios.

En este contexto, contar con un seguro de ciberseguridad especializado no solo protege frente a posibles ataques, sino que también ofrece formación preventiva a los miembros de las congregaciones.

La formación es un aspecto clave en la estrategia de ciberseguridad de UMAS. A través del programa "Aula UMAS", la compañía se asegura de que los mutualistas, especialmente las personas mayores, reciban pautas sencillas para identificar y evitar posibles fraudes digitales.

En un entorno donde la tecnología no es siempre el foco principal, pero donde los datos y sistemas están igualmente expuestos, estas iniciativas son fundamentales para garantizar que las instituciones eclesiásticas puedan operar de manera segura en el entorno digital actual.

Además de la ciberseguridad, Montero subrayó la importancia de asegurar el patrimonio material de la Iglesia, especialmente las imágenes religiosas expuestas en templos y procesiones. Estos bienes, de gran valor sentimental y espiritual, son vulnerables a diversos riesgos, como incendios, robos o accidentes durante las procesiones.

Por ello, UMAS ha desarrollado productos específicos que cubren tanto los daños a las imágenes como las posibles responsabilidades civiles derivadas de eventos procesionales. La concienciación y sensibilización entorno a esta cuestión ha llevado a UMAS a ser el patrocinador principal del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará en Sevilla desde el 4 al 8 de diciembre.

Tanto la ciberseguridad como la importancia de asegurar el patrimonio de la Iglesia son algunos de los temas troncales que se están tratando durante la celebración de la V Convención Anual de UMAS, que está teniendo lugar estos días en Punta Umbría.

Desde la localidad onubense, Carlos Ayerra, presidente de UMAS, ha querido resaltar la importancia de este evento para consolidar la relación entre los empleados, colaboradores y mutualistas. Bajo el lema "Abriendo Caminos", Ayerra ha señalado que la mutua continúa expandiéndose y modernizándose, con la incorporación de nuevas tecnologías y la mejora de sus sistemas informáticos para conectar todas las oficinas y delegaciones de UMAS.

El presidente de UMAS también recordó los orígenes de la compañía, creada hace más de 43 años para cubrir las necesidades específicas de la Iglesia en España, protegiendo tanto las grandes catedrales como las pequeñas parroquias y ermitas en zonas remotas. La mutua ha crecido considerablemente desde entonces, ampliando su oferta de seguros con la incorporación de productos de vida y colaborando estrechamente con diversas instituciones religiosas.

Durante su intervención, Ayerra ha destacado la participación de UMAS en eventos clave como el mencionado Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Estas actividades son esenciales para la mutua, que busca estar presente en las realidades locales de la Iglesia en todo el país. Ayerra concluyó expresando su entusiasmo por el buen desarrollo de la convención y por la oportunidad de conocer la provincia de Huelva, subrayando su interés en visitar el Santuario de la Virgen del Rocío.

Este encuentro ha permitido a UMAS reafirmar su compromiso con la protección integral de la Iglesia, tanto en el ámbito material como en el digital, en un contexto en el que la ciberseguridad y la preservación del patrimonio son cada vez más cruciales.