Un tesoro oculto en Huelva: la mezquita de Almonaster y su legado multicultural

En lo alto de un cerro, la mezquita de Almonaster se erige como un testimonio vivo de la historia arquitectónica de Huelva. Restaurada en 1975, esta pequeña edificación es un ejemplo excepcional del aprovechamiento de materiales de distintas épocas y culturas. Luis Alfonso, de Al Futuro Arquitectura, explica que “nada más entrar, se puede ver que las columnas que sostienen el edificio son completamente diferentes”. Este peculiar detalle se debe a que los constructores islámicos utilizaron restos de edificaciones anteriores, en particular romanas y visigodas.

El lugar donde se encuentra la mezquita habría albergado anteriormente un templo de origen romano o visigodo, como lo sugieren las columnas conservadas, algunas de ellas datadas entre los siglos I y II, mientras que otras corresponden a la presencia visigoda en el siglo V. Sin embargo, cuando la población islámica llegó a Huelva, se optó por construir una nueva mezquita desde cero en lugar de adaptar estructuras existentes. "No tenían muchas ganas de ir a buscar materiales lejos", comenta Luis Alfonso, por lo que utilizaron fragmentos de columnas, dinteles y otros elementos arquitectónicos disponibles en el lugar.

La disposición de estos materiales se realizó de manera ordenada, buscando alcanzar la altura adecuada. Este método de construcción, basado en el reciclaje de materiales, refleja un concepto que hoy en día llamaríamos economía circular.

Una orientación milenaria con margen de error

La mezquita del Almonaster, al igual que otras construcciones islámicas, está alineada con la qibla, la dirección hacia La Meca. Sin embargo, Luis Alfonso señala que la falta de herramientas precisas en la época, como la brújula –que no se inventó hasta el siglo XVI–, hacía difícil determinar con exactitud el rumbo correcto. "Ayer comprobé su orientación y puedo decir que tiene un pequeño margen de error", explica.

En la antigüedad, la orientación de los edificios religiosos solía basarse en la posición del sol. Las iglesias cristianas, por ejemplo, se construían con una alineación este-oeste, tomando como referencia la salida del sol en un día significativo del calendario. Sin embargo, como La Meca no se encuentra en una dirección solar específica, los constructores islámicos debían confiar en la intuición y el conocimiento astronómico de la época.

Un legado islámico mínimo en la capital, pero notable en la provincia

En Huelva capital, el legado arquitectónico árabe es escaso, pero en la provincia existen numerosos vestigios de esta herencia histórica. "En Huelva capital hay prácticamente nada, pero en la provincia sí que hay bastante", señala Luis Alfonso. Ejemplo de ello son las murallas de Niebla y otras edificaciones que han resistido el paso del tiempo.

La mezquita del Almonaster, abierta a visitas, es una joya arquitectónica que permite conocer la historia de Huelva a través de sus muros. Su peculiaridad reside en la fusión de diferentes culturas y épocas, lo que la convierte en un testimonio vivo de la evolución histórica de la región.