De niños de Chernóbil a adultos huyendo de la guerra

La historia de Olga es la de una de esas niñas que venía a Huelva cada verano para desintoxicarse del desastre de la central nuclear de Chernóbil. Hoy tiene ya 28 años y con su madre y su prima están de camino a España en este caso huyendo de la guerra.

Manuel Catalán es su padre de acogida y no ha dudado ni un segundo en hacerse cargo de las tres desde el momento en el que Olga llamó aterrorizada.

Los años han pasado pero estas familias no han perdido el contacto con "sus niños" , como los llaman. Han visitado Ucrania en varias ocasiones y han seguido su evolución. durante los primeros días de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Manuel intentaba tranquilizar a Olga y contarle que todo parecía estar más o menos controlado y que la crisis iba a durar unos días.

Los bombardeos se intensificaron y el asedio cada día era mayor. Una mañana Olga telefoneó muy asustada, había bombardeado un edificio cercano, entonces Manuel, no lo dudó ni un segundo; "vente".

Han trdado más de 24 horas sin parar en atravesar 400 km hasta la frontera con Eslovaquia que ahoram según cuenta Olga está desbordada

Confían en que hoy mismo puedan atravesar esa frontera y tras las pruebas covid, etc el resto del camino sera más fácil.

Olga, su tía, su prima y su gato prevén llegar a su segunda casa, Huelva, esta misma semana y poder comenzar de nuevo dejando atrás el horror de esta guerra.

Cualquier persona que quiera acoger a familias o prestar ayuda, muchas organizaciones están trabajando pero gran parte de la coordinación la está llevando a cabo en padre Dimitri de la iglesia greco-católica ucraniana situada en el entorno de El Saladillo.