La señal que solo existe en Huelva y que llama la atención a todos los turistas: "¿Cómo va a venir?"

Quienes visitan Huelva por primera vez suelen sorprenderse al encontrarse con una señal de "ruta de evacuación" por tsunami. "¿Cómo va a venir un tsunami aquí?", se preguntan incrédulos. Sin embargo, la respuesta está en la propia historia de la ciudad. Lo que hoy conocemos como Huelva, en tiempos remotos, estaba cubierta por el mar. Lejos de ser un simple accidente geográfico, esta peculiaridad ha dejado huellas tangibles, como el hallazgo de esqueletos de ballena en el barrio de El Conquero, prueba irrefutable de un pasado oceánico.

En 2006, durante unas obras en la zona, se descubrieron restos de una ballena de entre 10 y 12 metros de longitud, con una antigüedad estimada de entre 3 y 4 millones de años. "¡Una ballena en Huelva!", podría exclamar cualquiera. Y sin embargo, no es la única. Se han encontrado, al menos, cuatro esqueletos de ballena en la capital, además de otros tantos en la provincia. Estos restos se conservan actualmente a la espera de su exposición en el Museo Provincial de Huelva, que se instalará en el antiguo edificio del Banco de España.

El hallazgo de estos restos ha generado un gran interés en la comunidad científica, ya que permite conocer mejor la evolución geológica de la región. Los estudios realizados por la Universidad de Huelva han confirmado que hace millones de años, gran parte del territorio que hoy ocupa la ciudad estaba sumergido. Esto explicaría por qué se han encontrado no solo esqueletos de cetáceos, sino también restos de moluscos y corales fosilizados en diferentes puntos de la provincia.

Tsunamis en la historia de Huelva

La presencia de estas ballenas fosilizadas no es la única prueba de la relación de Huelva con el mar. A lo largo de su historia, la región ha sufrido diversos tsunamis, siempre siguiendo un patrón temporal similar. El más conocido y documentado es el del maremoto de 1755, provocado por el terremoto de Lisboa, que generó olas devastadoras a lo largo de toda la costa atlántica.

Este terremoto, estimado en una magnitud superior a 8,5 en la escala de Richter, tuvo su epicentro en el Atlántico y provocó una serie de olas gigantes que impactaron las costas del Algarve, Huelva y Cádiz. En la capital onubense, el tsunami arrasó varias edificaciones y causó la muerte de numerosos habitantes. Por ello, no es extraño que la ciudad haya adoptado medidas de prevención, como la instalación de estas señales de evacuación, que indican las rutas seguras en caso de un evento similar.

No faltan teorías que vinculan Huelva con la mítica Atlántida, la legendaria civilización descrita por Platón, que habría sido engullida por el mar debido a una catástrofe natural. Aunque no hay pruebas concluyentes, algunos estudiosos consideran plausible esta posibilidad debido a la actividad sísmica de la zona y la presencia de estructuras sumergidas en el golfo de Cádiz.

Además del maremoto de 1755, existen registros históricos de otros tsunamis que han golpeado la costa de Huelva en diferentes épocas. Las crónicas medievales mencionan episodios en los siglos XIV y XV, mientras que estudios recientes sugieren que la zona ha sido vulnerable a estos fenómenos durante milenios.

La existencia de la señal de evacuación por tsunami en algunos puntos de la ciudad es, por tanto, un recordatorio de estos eventos pasados. Si bien hoy en día los sistemas de alerta han avanzado considerablemente, la historia nos enseña que la naturaleza puede ser impredecible.