TRUCOS DE COCINA

El método infalible para abrir un bote de conservas sin esfuerzo

Utiliza la cabeza: "Vale más maña que fuerza"

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Ángel López

Jaén - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Seguro que te ha pasado en más de una ocasión que te ha resultado misión imposible el poder abrir un bote de conservas envasadas al vació, vamos, el bote de cristal de toda la vida. Por más fuerza que tengas, por más que lo agarres de todas las formas habidas y por haber, nada, no hay manera. El bote de las banderillas en vinagre, no se abre.

En realidad no es una cuestión de fuerza sino de técnica. La razón por la que se nos resiste la apertura de nuestro bote de cristal es su envasado al vacío. Este es un método que consiste ni más ni menos que en en retirar el aire del interior, en este caso de un bote de conservas, con el objetivo de conservar mejor los alimentos y alargar el periodo de caducidad del producto envasado. Es ese vacío el culpable de que en muchas ocasiones nos cueste la misma vida poder abrir un bote de cristal.

Cabe decir que esa resistencia es buena, ya que nos indica que el producto está perfectamente conservado. Si a la hora de abrir la conserva no opone resistencia o no escuchas el típico “clic”, cuidado: es muy probable que en algún momento haya perdido la técnica de vacío y por lo tanto el producto envasado puede estar mal conservado y puede provocar una intoxicación si lo consumes. No lo dudes ni un instante. Tira el bote (reciclando siempre).

Para abrir fácilmente un tarro de conserva basta con introducir la punta de un destornillador, un cuchillo o una cuchara de café entre la rosca de la tapa y el tarro y hacer una pizca de palanca. Esto provocará de la tapa se deforme ligeramente y que se pierda el vació del interior facilitando su apertura de manera inmediata.

Otra técnica es abrir un pequeño orificio con un punzón en la base de la tapa por el que se perderá el vacío. Utilizar un guante de goma también nos facilitará abrir nuestro bote de pepinillos sin esfuerzo alguno. Utilizar papel celofán, un paño mojado o dar unos golpecitos a la tapa también resultan efectivos.

Por último, recuerda que una vez abierto el tarro debes seguir las instrucciones del fabricante para su consumo y conservación

¡Salud!