JAÉN
Así se ve, así suena y así se vive la Semana Santa en Jaén
Hacemos un recorrido por la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Jaén. Forma y fondo se unen en una honda vivencia religiosa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ya lo dijo el Obispo de la Diócesis de Jaén, Don Amadeo Rodríguez, en una de sus cartas pastorales dirigidas a los cofrades: “las imágenes son una provocación amorosa de Dios”. En su epístola, el prelado jienense exhorta a los cristianos a vivir hondamente esta conmemoración: “las imágenes son transparencia del Evangelio y, sobre todo, de un Evangelio vivido. Como yo mismo os decía en la carta pastoral a la que he comenzado aludiendo: Las imágenes están, por tanto, al servicio de la Palabra revelada de Dios, que siempre es cercana y familiar, como también lo es por las imágenes que la muestran. Palabra de Dios e imagen se iluminan mutuamente. Por eso, puede decirse que en la piedad popular «el pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo». La piedad popular es una verdadera expresión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios. Se trata de una realidad en permanente desarrollo, en la que, eso sí, Por eso, no dudemos nunca de que en esas multitudes que se mueven en torno a nuestras imágenes cuando salen en procesión “aparece el alma de los pueblos”. Ese es su verdadero valor y tesoro. Las imágenes son, por tanto, una forma de predicación evangélica”.
Dicho esto hay que señalar que la Semana Santa de Jaén brilla con una singularidad propia que abarca desde la austeridad renacentista de las imágenes de Úbeda y Baeza hasta la expresión florida y barroca de la Semana Mayor de Jaén que se embebe con sus gentes y entre sus calles dibujando una catequesis plástica que pone de manifiesto la riqueza y profundidad de la religiosidad popular. Sus procesiones, llenas de solemnidad y de colorido, con densas y apretadas muchedumbres, convierten las calles en prolongación de los templos. Ambientes, imágenes, cortejos, penitentes, escoltas, mantilla... tal es la movilización en la ciudad durante esta semana que todos y cada uno de los habitantes se ve afectado por ella.
Pero lo mejor es verla:
Su momento álgido tiene lugar durante la madrugada del Viernes Santo con la salida, desde su Camarín, de una de las procesiones más esperadas: la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a quien los jienenses llaman cariñosamente “El Abuelo”. El Viernes Santo, Jaén saluda al venerado Nazareno, acompañado por miles de hermanos de luz y se estremece al contemplar el encuentro de su imagen más venerada con la Virgen de los Dolores. Se trata de uno de los momentos más emotivos y que se revive, cada año, desde hace varios siglos en la madrugada del Viernes de Pasión.
Pero lo mejor es oírla
En cualquier caso lo mejor es visitarla y vivirla, no sólo en Jaén, sino en cualquiera de los 97 pueblos de la provincia, aunque cobran especial relevancia de Alcalá la Real, Baeza, Linares, Martos, Torredonjimeno, Santisteban del Puerto y Úbeda. Todas ellas catalogadas como Fiestas de Interés Turístico, lo que da una idea de su mérito y belleza.