SOCIEDAD

Ciberacoso: 4 de cada 10 adolescentes son víctimas frecuentes

Es importante estar atentos a los síntomas que puede mostrar un menor que sufre ciberacoso

Redacción COPE JaénÁngel López

Jaén - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y, en particular, el uso de Internet, se ha convertido en muy poco tiempo en un lugar de interacción global dando lugar a nuevos desafíos, especialmente para los más jóvenes. Es cierto que nos han facilitado mucho la vida, pero debemos ser muy prudentes con el uso que le dan los más pequeños de la casa. Uno de los peligros más preocupantes a los que se enfrentan es sin lugar a dudas el ciberacoso.

El ciberacoso o ciberbullying se ha convertido en un problema extendido en la sociedad actual, afectando la vida de innumerables adolescentes y niños, que pueden convertirse sin quererlo, en objeto de burlas, difamación, humillación, exclusión social e incluso extorsión, causándoles un profundo y a veces peligroso daño emocional de incalculabe consecuencias.

Según un estudio liderado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), un 6% de los adolescentes, especialmente las chicas, son víctimas frecuentes de ciberacoso. La investigación, que involucró a 1.142 alumnos de entre 11 y 18 años de siete comunidades autónomas, reveló que 4 de cada 10 adolescentes sufren ciberacoso. Durante los 13 meses de estudio, se observó que la incidencia de nuevos casos fue del 25%, lo que significa que 1 de cada 4 menores se sumó al problema.

Los acosadores se esconden tras el anonimato

La seguridad en línea de los jóvenes se ha convertido en una preocupación prioritaria para padres, educadores y autoridades. Para combatir este fenómeno, se han implementado diversas estrategias y medidas preventivas. Las escuelas, aociaciones y administraciones han desarrollado programas educativos que fomentan la conciencia sobre el ciberacoso y enseñan a los jóvenes cómo protegerse y responder adecuadamente a situaciones de acoso.

Los acosadores suelen esconderse tras el anonimato que proporciona Internet y lo hacen con perfiles fictícios o falsos lo que dificulta su identificación y persecución. Precisamente por este motivo, es esencial que los padres y tutores desempeñen un papel activo en la protección de sus hijos en el uso de las nuevas tecnologías. Mantener una comunicación abierta y confiable, educar sobre el uso seguro de Internet y supervisar las RRSS y la actividad de los jóvenes en ellas son algunas de las medidas que se pueden tomar para prevenir el ciberacoso.

También las plataformas y redes sociales han asumido la responsabilidad de garantizar entornos seguros para sus usuarios más jóvenes implementado políticas de tolerancia cero frente al ciberacoso y herramientas de denuncia para facilitar la identificación y el bloqueo de los acosadores. Es por tanto responsabilidad de cada uno de nosotros tomar medidas concretas para erradicar esta violencia y garantizar que los niños y adolescentes puedan crecer en un entorno seguro y libre de acoso.

Por su puesto, no hay que olvidarse de una de las herramientas más utilizadas en el mundo: WhatsApp. ¿Están nuestros hijos preparados para utilizar WhatsApp sin nuestra superviisión? Es una realidad que nuestros hijos pasan horas y horas frente a la pantalla de su Smartsphone y muchas de ellas haciendo uso de una de las aplicaciones de mensajería instantánea más populares del mundo. Es importante aconsejarles de los peligros que acechan también a esta erramienta. Es importante destacar que WhatsApp ha implementado funciones de control parental y ha introducido medidas para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios jóvenes.

¿En qué se diferencia del acoso tradicional?

La Fundación Mapfre en su portal web especifica que la gran diferencia es que el acoso puede producirse a cualquier hora y cualquier día (24/7) y en cualquier lugar; eso hace que la víctima no descanse nunca. Además, el acoso se multiplica ya que puede verlo mucha más gente, dependiendo del número de contactos que tengan víctima y agresor, y se expande más rápido y exponencialmente, ya que cada usuario puede compartirlo con todos sus contactos a la vez. Otro factor agravante del ciberbullying es que tarda más en olvidarse y, además, en muchas ocasiones lo que se sube a Internet es difícil de borrar, por lo que funciona como un recordatorio constante.

La Brigada Central de Investigación Tecnológica aconseja

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