El error que cometes al comer estos cinco alimentos en la cena

Conocerás sin duda el dicho “desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como un mendigo” tan famoso si de nutrición hablamos. Dicho esto, debes saber que cada comida del día es importante para nuestra salud y bienestar, no solo el desayuno.

La cena, lejos de los que muchos piensan, es también muy importante. Al ser la última comida de la jornada su función es precisamente que nuestro organismo siga trabajando para que tengamos un buen descanso por la noche y para ello necesita de los nutrientes necesarios para que su funcionamiento sea el correcto y nuestro descanso sea placentero.

Es muy importante, según los expertos en nutrición, no saltarse esta comida, ya que durante la noche es cuando pasamos más tiempo en ayuno que en cualquier otro momento de nuestra jornada.

Pero tanto para garantizar una cena correcta como para dormir a pierna suelta, hay que seguir una serie de pautas en los alimentos que vamos a ingerir en la última comida del día, procurando que la cena sea sencilla y ligera pero rica en nutrientes a la vez.

Siguiendo las recomendaciones de los nutricionistas, las cenas, además de ligeras, deben hacerse temprano. Con ello garantizaremos una mejor digestión y asimilación de los alimentos, evitando molestos síntomas que pueden provocar trastornos del sueño. Nuestra última comida del día debe tener unas 300 -450 kcal, provenientes de fuentes de fibra y proteínas, así como un poco de grasa vegetal.

Para una cena sana y nutritiva debes evitar los siguientes alimentos

Embutidos: embutidos como el salchichón, el chorizo, la morcilla o el fuet no están recomendados, sobre todo en la cena. En caso de consumirlos no lo hagas más de dos días a la semana y siempre con moderación. Con mucha moderación.

Carbohidratos: este tipo de alimentos no son recomendables consumirlos en la última comida del día, ya que tienen una función principalmente energética y durante la noche no vamos a necesitar ese aporte de energia. Aún así, esto no significa que elimininemos completamente los carbohidratos de las cenas, sino que los tomemos de manera esporádica o en cantidades reducidas.

Lacteos: cuidado con los quesos muy curados y sobre todo ojo con los postres lácteos. Las natillas o el arroz con leche que tanto te gusta, déjaos para el almuerzo de mediodía.

Carnes rojas: no es conveniente incluir carne roja en la cena. Sanidad recomienda no tomar más de dos veces por semana carne roja, y nada de carne procesada. Pero al tener un alto contenido de proteínas hace que este alimento sea un alimento pesado de digerir. Si puedes sustituyela por pesacado, y si es a la plancha o al vapor, mejor que mejor.

Fruta: no caigas en la trampa de cenar solo fruta por la noche pensando que esto te ayudará a bajar de peso, ya que no es así. Además, cenar solo fruta, aporta demasiada azucar y priva al organismo de otros nutrientes necesarios como las proteínas.

Por último, procura evitar a toda costa cenas picantes o chocolate, así como consumir, alcohol, refrescos azucarados o bebidas con cafeina durante la cena.