Potaje de garbanzos: la auténtica receta perfecta para combatir el frío

El diccionario de la Real Academia Española define al potaje como “Caldo de olla u otro guisado. Guiso hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes que se come especialmente en los días de abstinencia”.

La palabra potaje proviene de la palabra francesa potage y las variantes de este plato, elaborado principalmente a base de verduras y legumbres son innumerables y dependen fundamentalmente de la zona geográfica en la que se cocina uno de los platos de cuchara más conocidos de la gastronomía tradicional española.

Con acelgas o espinacas, con chorizo o bacalao, con panecillos o sin ellos, el potaje de garbanzos es un plato rápido, sencillo, muy nutritivo y “agradecido” ahora que llega el frío invierno.

Ingredientes

Para elaborar nuestro potaje de garbanzos vamos a necesitar unos dientes de ajo, una cebolla, un par de tomates (o tomate en lata o frito), una bolsa de espinacas frescas o 100 g. de las congeladas (medio bloque) una ñora o pimiento choricero, pimentón dulce, vinagre, cominos, unas rebanadas de pan, vinagre, agua, sal, aceite de oliva virgen extra, dos huevos (AOVE) y por supuesto, garbanzos.

A cocinar se ha dicho

Lo primero que haremos será cocer en agua los garbanzos que la noche anterior habremos puesto en remojo para que se pongan tiernos. También podemos utilizar un bote de garbanzos ya cocidos. Cocemos también en un cazo a parte los huevos y reservamos.

En una sartén con un chorro de AOVE sofreimos los ajos con mucho cuidado de que no se nos tuesten ya que ni nos pasamos darán un desagradable sabor amargo a nuestro potaje. Reservamos. En el mismo aceite freimos la ñora y el pan y lo reservamos junto con los ajos.

Si el pan ha consumido mucho AOVE añadimos un chorro más y en él freimos ahora la cebolla pien picadita, pochamos un poco y añadimos el tomate también bien picado y sofreimos todo el conjunto. Añadimos el sofrito a la oya donde se están cociendo los garbanzos.

Ahora vamos a hacer un majado con los ajos, la ñora, los cominos y el pan con un buen chorro de vinagre y añadimos una cucharadita de pimentón. Este majado lo vamos añadir también a la oya, junto con la bolsa de espinacas. Le ponemos sal al gusto y dejamos cocer unos cinco minutos y ya tendremos un espectacular potaje de garbanzós con espinacas que finalmente decoraremos con los huevos cocidos cortados en cuatro partes cada uno de ellos.

Si quieres darle tu toque personal, prueba a cambiar las espinacas por patatas o zanahorias y añádele chorizo y jamón ibérico, o simplemente métele un buen bacalao desalado o unos panecillos. El espectáculo gastronómico está servido en tu mesa.

¡Ea, salud!