PLATOS DE CUCHARA
El sencillo método para que tus lentejas queden perfectas
Un guiso de lentejas no es un plato que requiera mucho trabajo, pero sí tendrás que tener en cuenta varios aspectos para poder llevarlo a cabo con éxito
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
De todos son conocidos los refranes que hacen mención a una de las legumbres más consumidas por los españoles: las lentejas. Así, “lentejas, si las quieres las tomas y si no, las dejas” o “lentejas, comida de viejas”, son dichos populares que forman parte de nuestro lenguaje culinario.
Son sin lugar a dudas un clásico de nuestra gastronomía siempre apetecible. Las lentejas son un alimento muy completo que incluyen los tres nutrientes que el cuerpo necesita para estar saludable: carbohidratos, grasas y proteínas de buena calidad, Además son muy ricas en fibra, altas en hierro y su consumo ayuda a mantener los niveles de glucosa.
Preparar unas buenas lentejas no es complicado y con apenas unos sencillos pasos obtendrás un rico plato que gustará a casi todos. Ya sabes, para gustos, sabores.
El tipo de lenteja
Aunque seguramente lo desconozcas, hay medio centenar de tipos de lentejas en el mercado, de diferentes formas y tamaños. En nuestra dieta mediterránea las más consumidas son la lenteja pardina: Se la conoce así por su color pardo (marrón rojizo o terroso), la lenteja rubia: es una lenteja plana, de color amarillento y de tamaño mayor que otras variedades.
Existen diferentes variedades, como la castellana y la lenteja de la Armuña, con Indicación Geográfica Protegida (IGP) propia, y considerada una de las más sabrosas del mundo y por último la lenteja beluga: es una variedad de lenteja brillante, muy pequeña, llamada así porque tiene una cierta semejanza con el caviar. Su tiempo de cocción es de aproximadamente 20 minutos y, normalmente, se utiliza para ensaladas.
Medir las cantidades
Medir las cantidades es esencial. Lo más recomendable son 500 gramos de lentejas por dos o tres litros de agua en cocción tradicional. Se coloca un mínimo de cuatro veces más agua, ya que si ponemos menos se evaporará y se nos pueden quemar las lentejas. Si se quedan sin agua hay que añadir más, siempre caliente.
El remojo
El método para que que tus lentejas queden perfectas, es bien sencillo: poner a remojo las lentejas antes de ser guisadas. Basta con ponerlas una hora antes, aunque lo ideal es que las dejes toda la noche en agua. De esta manera ahorraras tiempo en su cocción y tendrás tu comida en apenas un abrir y cerrar de ojos. Un dato importante debes tener en cuenta es que en el momento de empezar a cocinarlas tienes que estar pendiente de que no se deshagan por lo que lo ideal es hacerlas a fuego lento, sin prisas. Solo así garantizarás el éxito de tu plato.
El sofrito
En el caso del sofrito, vuelvo a insistir: para gustos, sabores. En mi caso apenas utilizo unas zanahorias, una cabeza de ajos, una cebolla, un tomate, un par de hojas de laurel, una patata, aceite de oliva virgen extra y una buena cucharada de pimentón (dulce o picante depende de ti). Estos son, junto con las lentejas, los ingredientes básicos.
Luego están un buen chorizo, morcilla, jamón, pollo o lo que a ti te venga en gana que para eso eres quien te remangas y te pones manos a la obra en la cocina. Faltaría más. Eso sí, elige siempre productos de calidad para garantizar que sacarás todo el potencial de sabores de los productos. Ah, un vasito de vino tras el sofrito: importante.
Ya solo nos queda poner todo en una olla o cazuela ancha y dejar cocer a fuego lento hasta que la legumbre esté tierna.
¡Ea, salud!